Romance de las Puertas


    ¿Y  si la puerta abre otra puerta,
 y esa puerta se abre y te deja
 en la orilla de un desconsuelo?
 -pasillos de puertas abiertas
 barridos por vientos ajenos;
 sucesión de puertas inciertas,
 puertas que amortajan perplejos
 asuntos de presión y niebla
 que esconden al lobo imperfecto;
  
 tu alma que se agita y se enerva
 detrás de la puerta del miedo
 y se paraliza y se inventa
 lo que apenas oye, lo quieto
 del corazón y la severa
 caída del amor en seco,
 sin raptos que traigan querencias,
 sin voces que alejen los ecos,
 sin limpios destinos, sin lentas
 nubes que sueñen un verbo
 claro, preciso, sin dilemas:
 alciones gozando en su vuelo.
  
 Las puertas cerradas revelan
 el mudo clamor del silencio,
 el fragor buscando respuestas
 que jamás otorgan los cielos
 
    

Romance de la Invocación

ente, primavera y dime
 dónde redimes tus sombras,
 por qué caminos te acercas
 trayendo luz a las hojas.
  
 Tú que tienes el secreto
 placentero de las bocas
 que cantan tan sin desmayo
 por los abriles que mojan,
 el agua de las corrientes,
 la santidad de las obras,
 el perfil de los que pierden
 las hebillas y las botas.
  
 Dime, idea perenne,
 tu secreto que retorna
 como asombro de los días,
 como el brillo de las joyas,
 por dónde van tus fulgores
 por dónde van tus estrofas,
 destrezas que nos despiertan
 los pulsos que nos arroban,
 el cuerpo de la verdad,
 y el alma de la memoria,
 los ríos que van preñados
 y el corazón que te nombra.
  
 Dime, que quiero tumbarme
 en el sueño en que reposas,
 junto al paso de tu estirpe
 y tu sangre que me acosa.
  
 Allí diré mi palabra
 heredera de tus obras,
 cantando con tu silencio
 el silencio de las sombras.
    

Romancillo de los ciudadanos tránsfugas

emócrata de siempre,
 de siempre que se pueda
 llevarse el buen salario
 de las treinta monedas,
 felón de vocación
 tránsfuga de cochera,
 de aquí me llevo un faro
 y por allá una rueda,
 que es muy duro seguir
 con la cochambre acuestas
 que hay que afanarse un poco
 que es la vida una feria
 y el mangas que no corre
 es ladrón que no vuela.
  
 Si viniste a la política,
 si entraste en la reyerta,
 si hervías de deseos
 de hacer una limpieza
 a fe que lo lograste,
 girauta de veletas,
 cumpliste tu palabra
 pasando la bayeta,
 dejando a tu partido
 subido en la patera,
 pelado como un pito
 soplado por las hienas,
 desnudo de verdad
 sin nada entre las piernas.
  
 Donde quiera que vayas,
 viajante de maleta,
 no me cuentes milongas
 ni me enredes las cuentas,
 tu servicio, se ha visto,
 era pura insolvencia,
 trucos de pasaporte
 y maniobras secretas,
 para que quedes pulcro
 y no se hallen las huellas
 del robo perpetrado
 del pan y la manteca.
  
 Escenas de  película
 de corrupción lerda,
 el gafe se encantó
 en la versión pepera,
 igual que los murcianos
 buscando las pesetas,
 ya se pueden marchar,
 tahúres de Las Vegas,
 que ya se han diplomado
 en juegos bajo mesa.
  
 ¡Quién me lo iba a decir,
 tratos de mortadela,
 crecieron los enanos
 del circo de Rivera! 
 

Romance del hombre triste

  ra un hombre de ojos tristes
 hundido por su pasado
 envuelto por esa bruma
 de los recuerdos amargos.
  
 La conciencia es un problema
 para un hombre delicado
 que se asoma en carne viva
 al rostro de su retrato.
  
 Fue el elogio y la soberbia
 los caminos descarriados.
 Al tonto siempre le pasan 
 por encima los caballos.
  
 Creyó en lo que no tenía:
 un valor indemostrado,
 una mente prodigiosa,
 una fuerza  entre las manos.
  
 La suerte puso el espejo
 de su instinto equivocado:
 si lo que dices no es cierto
 vas a tener que pagarlo.
  
 Pensar, creer o decir
 que es bueno lo imaginado,
 puede ser un disparate
 como un sueño mal soñado.
  
 Vislumbró una patria nueva,
 una familia de hermanos,
 un camino de ilusiones,
 palabras de conjurados.
  
 Pasaron años y el tiempo
 le trajo los desengaños
 de quienes ponen el pan
 en boca del desdentado.
  
 Las mentiras no perdonan
 y más pronto que temprano
 te pasarán la minuta
 de tu sueño mal gastado.
  
 Empezó con alegría
 y el hombre se fue apagando,
 el camino de los tristes
 acaba en los establos.
  
 Si piensas la realidad,
 si vas sumando los actos,
 la cobardía te escribe
 la memoria del fracaso.
  
  
   
 

Romancillo del jinete sin sosiego

 inete sin sosiego
 por sendas desoladas,
 qué buscas por los fríos
 marjales de esta amarga
 tierra que sin descanso
 remueve sus entrañas.
  
 Qué buscas en la noche
 juntando las palabras,
 minero de las nubes
 de las sierras lejanas,
 persiguiendo las huellas
 de quimeras extrañas.
  
 Husmeando como lobo
 por ver la luna clara,
 cernido por las sombras
 preñadas de alimañas,
 qué quieres de esta tierra
 donde silban las hachas.
  
 No oyes confundidos,
 imberbe y sin coraza,
 caballos reverentes
 y espigas desbocadas,
 líquenes de veneno
 y amapolas sin ganas.
  
 ¡Huye, que no te entres
 por estas tristes landas!
 ¿No sientes sus latidos,
 no sabes que te aguardan
 túneles de la muerte
 y oscuridad sin alas?
  
 Huye, amigo, que nadie
 sabe tu sed tan rara.
 Huye, que si los filos
 del aire se propagan
 solo quedará el rastro
 sangriento de una espada,
 y un cielo de marfiles
 y una tierra callada. 

Romance del hombre perplejo

E ra un hombre de ojos fijos
 perplejo en la encrucijada
 absorto por los designios
 del mundo resuelto en llamas.
  
 Acendrado por su mismo
 estupor de joya santa,
 era un hombre inhibido
 sobre el crucero del alba.
  
 Indeciso y transparente
 sin la pasión de una lágrima,
 agudo cristal silente,
 era un insecto del ámbar.
  
 Qué miras hombre perplejo
 tan quieto en la encrucijada,
 tan confuso y desafecto
 en tu experiencia de estatua.
  
 Tan mudo por el desorden
 de una agonía sin mapas,
 qué esperas sin los resortes
 del movimiento y sus alas.
  
 Lo que tienes que perder
 muy crecido te lo ganas,
 el error coge en su red
 el fulgor de la mañana.
  
 Y si las señas no existen
 y el tiempo es agua callada,
 si te aprisionan los mimbres
 celestes de la desgana,
  
 Que no te importe la muerte,
 la voz, la estirpe, la máscara,
 para ser ceniza sin suerte
 ciñe tu música y canta. 

Romance de la niña coral

 odo el mundo te lo dice
 aunque nadie diga ná,
 el silencio es tan espeso
 que calla por no hablar. 
  
 Me pasé por la su calle
 no lo puedo remediar,
 ansias de verla me mueven,
 no me la puedo quitar.
  
 Niña de boca perversa,
 blanca de sombra y coral,
 que me quema los sentidos,
 no lo puedo remediar.
  
 Soy un caballo sin brida,
 un desacato animal,
 se agita toda mi sangre,
 me balancea su mar.
  
 Arderían las aceras 
 que llevan a su portal
 si me reciben sus santos
 si me dejaran pasar.
  
 Se romperían los cielos,
 triunfaría la verdad,
 el mundo sería bueno
 si yo lo pudiera amar.
  
 Pero las almas traidoras
 que fingen la libertad,
 gritan contra mis senderos, 
 me incluyen en su maldad.
  
 Pretenden domesticarme
 pretenden me condenar,
 pero yo sería salvo
 si le diera por me amar.

 Niña de boca perversa
 hembra se sombra y coral
 mi fuego en todas sus lunas
 lunas de mi eternidad. 

Romance del árido taoísta

 gusto conmigo mismo,
en el silencio, en la sombra,
estando solo en mi nido,
todos los demás me sobran.

Me sobra la gente lerda,
me sobra la inteligente,
los cínicos, los astutos,
los que van y los que vienen.

No soporto la alegría
de los bobos que jalean
al señorito que paga
la desgana de su fiesta.

Ni a tantos desmemoriados
que excusan a los que abusan
con un gesto de soberbia
porque una parte era suya.

Fanáticos del beneficio,
locos de su sola causa,
forofos de la indecencia
barriendo para su casa.

A quienes creen los cuentos
del patriota pesetero
y cantan, con ilusión,
el himno del cementerio.

No los soporto, no quiero
que me toquen el espacio,
ni un segundo de mi tiempo,
ni un bigote de mi gato.

Sí, me voy haciendo viejo,
y hasta el amor y sus líos
dejo que vayan pasando
y que me dejen tranquilo.

Desnudo hasta de mí mismo,
sin otra pasión que el dios
que vive y que me desvela
buscando por mi interior,

una energía que encuentre
en acto la redención
de tanto sueño incumplido
silenciando su valor.

 

Romance del recuerdo

e vuelto de nuevo a recordar
el día en que la conocí.
Espigas de mi corazón
tiemblan con el viento de abril.
 
Se abrieron las puertas del cielo,
entré en los palacios del mar,
dejé los suburbios del sueño,
junté las palabras de sal.
 
Ojos negros rayando el día.
Albor de claridad cercana.
Se abrían mis ojos de pronto
con la lluvia de su mirada.
 
Revelación de nuestros cuerpos,
placer andando por las manos,
el misterio se descorría
con el veloz fuego del rapto.
 
La memoria, como un caballo,
deja su rastro inolvidable.
He vuelto a recordar que fuimos
velas de un viento favorable.
 
Ese rastro de la memoria
marcó su destino en mi piel.
Donde quiera que yo me encuentre
sabré quién es mi dueña, quién
 
me liberó de tanta cárcel,
y abrió luz en las sombras, quién
hizo realidad la idea
de vivir con todo mi ser.
 
Si cautivó mi pensamiento,
si abrió las corolas del aire,
ahora, agonía y memoria,
viene despertando en la tarde.
 
 

Romance del diputado tuitero 2

l diputado tuitero
sigue con sus amenazas,
las cabras tiran al monte
como el picor a la sarna.
 
Cada vez que abre la boca
no se salva ni la salvia,
se infusiona y nos infecta
con palabras trompicadas.
No hay dos frases que no diga
una sarta de tontadas,
retahílas de refritos
y monsergas desgastadas,
consignas de capirote,
insistentes payasadas,
machacones ditirambos
de su salsa mentecata:
que si la tirana tierra,
que si la madrastra España,
que si nos impiden ser
libres gentes soberanas.
 
Mientras tanto con denuedo,
el se zampa una lasaña
pensando el muy guerrero:
esto sí que es buena hazaña,
comer de los que, contrarios,
le privan de la su patria,
lo arrinconan en hoteles
y le entregan buena paga.
Le regalan buena vida,
una vida regalada,
haciendo sólo el rufián
con eso solo le basta.
 
“Critiquemos hasta un punto
o el chanchullo se me acaba”
-piensa como un empleado
catalán de nueva planta- 
 
“Cuidar de tu enemigo
esto sí que es una ganga,
yo hago como si provoco
y les enciendo a los fachas,
después, los agradecidos,
me compensan con la carta
de un excelso restaurante
y me pongo hasta las trancas,
que comer hay que comer
y beber no es cosa vana                      
que esta vida de tuitero
tiene salidas muy malas”.
 
 
 
 
 
 
 
 

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