NAVEGACIONES Nací mujer y me hice hombre. Nací hombre y me hice mujer. Navegaciones humanas. Insomnes inviernos de besos fríos bajo el signo del rostro marcado. Buscadores de felicidad por tierras de tribus de piedras morales atadas a sus dogmas. Peligro de desatar tormentas de fuego enfermo, tormentas de llanto y cal. Navegaciones humanas. Peligro de monstruos que surgen de las profundidades sepulcrales. Se sabe de ángeles que se hicieron demonios, No se sabe de demonios que se hicieran ángeles. Seremos mortales, pero somos libres.
Mes: agosto 2022
Los rostros del mundo (154) Caracteres VII
CARACTERES VII Reduce su vida a un momento de ingenio, supedita todo -inteligencia, afecto, relaciones- a quedar bien, a ser gracioso, divertido, amable, social, todo por ser aceptado, que nadie diga una mala palabra sobre él, corre un riesgo patético: el día que no dé de comer al lagarto, el lagarto le comerá el dedo, los dedos, la mano…
Los rostros del mundo (153) Soneto de las pasiones
SONETO DE LAS PASIONES Ni tú ni nadie sabe si tú tienes felices o falaces relaciones, el rapto del amor pone sus dones al servicio del cuerpo cuando vienes. La fuerza no se ciega. Si tus sienes blanquean la razón de tus razones, veras que la canción de tus pasiones rubrica con valor lo que sostienes. Incógnita y veneno en la mirada, puñales de infinitas negaciones, el mundo te seduce con su nada. Confundes el color de tus versiones con la sangre rebelde y acallada que toma sus convulsas decisiones.
Los rostros del mundo (152) El abismo
EL ABISMO Si pones un pie en el abismo, si el abismo te llega a ver la cara… el abismo te llamará para que vayas.
Los rostros del mundo (151) La nostalgia
LA NOSTALGIA La nostalgia trae de nuevo a sus caballos como primos alejados por los trenes turbios. Es su propósito asomarse a las barbacanas donde las abuelas reciben con sus canciones a las golondrinas exiliadas de sus nidos. Nosotros éramos como parientes polacos, esculpidos por necesidades milagrosas, subyugados a los raíles y a las quimeras, presos del porvenir y la esperanza del mar, a punto de perder las coordenadas del mundo. De aquella ignorancia de maestros ratoneros llegamos a esta exigencia de lo inexistente. Así el amor se inventa a sus amantes heroicos. Así la nostalgia nos puebla de efímeros sueños.
Los rostros del mundo (150) Teresa
TERESA Ella está muerta. Estuve en el tanatorio. Vi a sus deudos compungidos. Yo estuve al borde de la desolación, mirándola de frente, apesadumbrado por la dureza de lo inapelable. Lo inapelable como una espesa sentencia de polvo y ceniza sobre mi cabeza. Han pasado algunos meses. De pronto siento ¡Qué extraña certeza! que puedo llamarla y quedar a tomar un café yo una coca-cola ella, fumando, recordando su infancia, haciendo un comentario sobre el cinismo de la política, algo sentido y sencillo de la vida doméstica, la compra del pan o los gatos de la vecina, poniendo toda su buena voluntad en resolver mis problemas con la informática. Llamarla, como si fuera imposible que esté muerta. Llamarla como si fuera a contestarme con su voz reposada, con ese afecto, con esa serenidad, con ese humor de la que el mundo está tan huérfano. Necesito unos segundos para recomponerme y asumir que está muerta y nunca más, aunque lo parezca, me contestará al teléfono.
Los rostros del mundo (149) Soneto del mal
SONETO DEL MAL El mal tiene sus tiempos, sus razones, Sus fúlgidos relámpagos de fuego Sus cartas de tahúr, su falso juego, El frío de sus propias decisiones. Domina el entramado de los clones Replica con afán su rumbo ciego No repara en cargar con miedo al ego Ni dar pólvora a las instituciones. Yo siento que me cerca con sus voces Reptiles de mordaces prelaturas; Que me alcanza y me muerde los talones Con sus dientes de méritos feroces, Que me enseña sus simas de locuras Para que escriba el guion de sus ficciones.
Los rostros del mundo (148) El mundo es insoportable
EL MUNDO ES INSOPORTABLE I Lo diré directamente El mundo es insoportable Está lleno de cretinos Que llegan de todas partes Ilustrados sin memoria Orgullosos y pedantes Los ricos con su soberbia Mandando cual generales Los pobres, almas en pena, Los votan como a penates, Ídolos de pacotilla Que invocan a los más cafres No personas que se muestran Como burdos personajes Todos juntos en la masa Informe de las debacles Locos tontos travestidos Copando todos los bares Cascos de demolición Tirados en los debates Casados con las reyertas Sepulcros de botarates Opinadores sin crédito Más sumisos que ignorantes Que perjuran y persisten En contarse sus lunares Malignos de corto plazo Que envidian lo que no saben Hermanos de la desidia Reyezuelos de elefantes Que no devuelven el pago Ni el coste de lo que valen Todos juntos, todos, todos Pesados insoportables.
Los rostros del mundo (147) Mis zapatos
MIS ZAPATOS Mis zapatos, crías de dinosaurios, albergan el macramé de las calles de cantos rodados afilados por la cabellera de la luna. Duermen como lobos domesticados a los pies de mi cama. Me enseñan las cicatrices que serán los signos de mi vida. Aguardan a que me decida a conquistar el mundo o a liberar el tiempo. Lo más probable es que se queden bailando en el claustro del abandono. Mis zapatos tienen un nombre secreto que he olvidado.
Los rostros del mundo (146) Paz
PAZ ¿Cuánto tiempo soporta el hombre la beatitud, antes de romperla como un juguete de niño mal criado? La paz no está hecha para el alma del inquieto, el hombre que busca emociones, el insolvente, el caprichoso, el perfecto insatisfecho. La paz es para quien deja que el deseo fluya y florezca como una mano que sabe coger una mariposa desprendida del génesis o un jazmín que reposa en la noche de la santidad.