Los rostros del mundo (334) Epigrama 24

EPIGRAMA 24

La educación de la antigua nobleza persa
mandaba: “Montar a caballo; manejar el arco; 
decir siempre la verdad”

Hoy podríamos sustituir el caballo y el arco,
y cambiarlo por no contaminar los bosques
o no ensuciar los ríos o el mar
o no entrar en la avidez de los dineros.

Decir siempre la verdad podría mantenerse
como una virtud de la antigua nobleza persa,
o de cualquier nobleza, 
normanda, zulú o turolense.

Los rostros del mundo (332) Epigrama 22

EPIGRAMA 22

La basílica de elevados techos
de pulcros suelos pulidos
envolviendo un amplio espacio vacío,
      de sublime belleza,
de una amplitud digna de un Dios
en el que los demonios de la digestión,
desvergonzados, le incitaron
a tirarse un pedo sonoro, 
      libre de ataduras morales
incontrolable en su salvaje decisión,
      resonante en la magnífica acústica católica.
Quiso mantenerse
en la asunción digna de lo inadecuado,
pero su mujer no pudo. 
La vulgaridad
en el ámbito de lo sublime
le hizo huir, 
turbada, por el oprobio y la vergüenza,
de la mirada reprobatoria de los feligreses.

Él salió detrás de ella, pero la perdió
por toda la tarde romana.

En la intimidad hubiera sido motivo de risa;
en público, una ventosidad atronadora, 
      puede destruir un matrimonio.

Los rostros del mundo (327) Epigramas 17

EPIGRAMA 17

Reunidos en tertulia goliardesca,
el poeta contaba con soltura
historias personales con mujeres
galantes incursiones tan procaces
que hacían las delicias de los jóvenes.

Que fuera maricón es un detalle
grotesco, pero mínimo, sabiendo
lo mucho que han sufrido los maricas
en tiempos que mandaba aquel tirano
con dictados morales insufribles.                                   

Si supo defender con honradez
la belleza robada a la falacia
de un país de miseria y represión,
¿tendrá derecho ahora a su relato
que esconde el sufrimiento en el humor
que divierte a sus jóvenes colegas?

Los rostros del mundo (326) Epigramas 16

EPIGRAMA 16

No te llamaré puta
por más que 
de los ochenta y seis mil millones
de neuronas que tiene el cerebro,
incluido el tuyo
o el de cualquiera,
gastes el 90 por ciento
en relacionar
sexo y dinero.

Esa misma afectación
tienen
los grandes capitalistas
con los deseos y el dinero
y los llaman potentados,
capitanes de empresa,
magnates, prohombres,
líderes …

Si para ellos es la excelencia
yo digo que para ti también.
Y si para ti es la excrecencia
yo digo que para ellos también.

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