Mes: julio 2021
Homenaje a Gonzalo Suárez – día 361
HOMENAJE A GONZALO SUÁREZ Gonzalo Suárez es un escritor estupendo, espléndido, magnífico: Su ingenio no aborrece de su inteligencia; su inteligencia sobrevuela su ingenio. Este poema está hecho con sus propias palabras recogidas de “El síndrome de Albatros”. ¿Sabías que el universo baila claqué? ¿Sabías que destino y sentido tienen las mismas letras en un orden diferente? ¿Sabías que la reiteración del mismo cuento -que los niños reclaman- en realidad, lo hacen para retener a su lado al padre que lo cuenta? Dios mío ¿por qué no seré inexistente como tú? Su lema era: nunca estés donde te busquen ni vayas donde te esperen. ¿No crees que el destino es un montón de casualidades que solo tienen sentido cuando no tienen remedio? No hay cuento más terrorífico que nacer para morir. No es raro que intentemos trastocar el horror en divertimento y la existencia en juego. Cuanto más pretende mi mente rechazar lo supuestamente sucedido más espacio ocupado pretendidamente olvidado. Somos el espectro del día siguiente y el fantasma del día anterior. Cada segundo de reloj nos convierte en nuestro propio fantasma. Le gustaban las historias de verdad que parecen de mentira. Nadie cambia de lugar si no cambia de sombra. Nadie ama por gratitud. Por lo demás, opino que la inteligencia es una cualidad femenina, y la ternura, una debilidad masculina.
Homenaje a Benjamín Péret – día 360
HOMENAJE A BENJAMÍN PÉRET Benjamín Péret se preguntaba dónde está la gran casa. Yo le respondo: la gran casa está sobre la colina herida por una farmacia; está a la orilla del mar casándose con la corriente alterna; está en el pantano mirando a la pecera china; está en el pueblo de al lado corriéndose una juerga; está junto a la carretera nacional dando la bienvenida al Kurdistán; está bajo el pino umbroso cantando con las alondras metálicas; está tumbada en la arena añorando al Conde Arnaldos; está con la gripe puesta esperando a Samuel Becket; está en una plantación de zanahorias dando de comer a las jirafas que van de paso; está en el Delta del Danubio predicando las parábolas de Diógenes; está en el ágora egipcia albergando una biografía del Gran Pájaro; está junto al Muro de las Lamentaciones persiguiendo la sombra del crimen; está debajo del esparadrapo que cubre las flores del mal; está en la penumbra invisible de todas las realidades; está escondida de los vientos favorables de la muerte; en la vuelta de la esquina donde el aire retorna las monedas de la alucinación; está en el rapto del abismo y los deslumbres; está en el desierto de los Tártaros dando de comer a los jenízaros; está donde los vecinos de las noticias esconden los naipes de la servidumbre; está donde estés tú, tú, que eres la gran casa del amor.
Epigrama Lírico 20 – día 359
EPIGRAMA LÍRICO 20 He pasado por la librería a liquidar mis libros. Después de tres años no se ha vendido ni un ejemplar. Recuerdo estas palabras de Nicanor Parra: “Primera condición de toda obra maestra: pasar inadvertida”. He salido convenciéndome de que tal vez sí sea un gran poeta.
Apuntes de la Libreta – día 358
APUNTES DE LA LIBRETA A veces ocurre que, en un mismo día de apuntes, aparecen tres propuestas aparentemente inconexas: Primera: un pensamiento zen: “para que vas a ninguna parte si no quieres ir a ningún sitio” Segunda: una escena erótica: “La chica se acercó a la oreja y le preguntó susurrando: - ¿estás empalmado? - Ya ves cómo me pones. - Pues ya sabes a quién tienes que elegir” Tercera: una idea peregrina: “Sky acuático entre las rocas emergentes del acantilado” Aparentemente inconexas, como la vida misma.
Demagogia – día 357
DEMAGOGIA Hablar en nombre de todos los individuos, es demagogia. Hablar con tono mitinero, no es hablar, es demagogia. Hablar con el acento de la exigencia, no es hablar, es demagogia. Hacer el elogio de la pobreza y vivir en la opulancia, es demagogia. Mentir para sacar un rédito electoral o una plusvalía, es demagogia. Convencer a la viejecita con los cuentos del Señor para que te deje su legado, es demagogia. Predicar es demagogia. Rezar a Dios y adorar al dinero, es demagogia. Decir que el mallorquín no es catalán es como decir que el andaluz no es castellano. Inmensa ignorancia interesada. Miserable demagogia. Hacernos comulgar con ruedas de molino, es demagogia, Agitar banderas para agitar emociones, es demagogia. Justificar el error propio con la denuncia del error ajeno, es demagogia. Adular al pueblo es demagogia. Afirmar que la patria es un barco a la deriva y postular un capitán que nos salve, es demagogia. Contarle a la vaca etíope el cuento de la lechera, es demagogia. Comer ajos y mear colonia, es demagogia. Convencer a la gente para ir a una guerra capitalista, es la más sepulcral de las demagogias. La demagogia es como la montaña acerba del paisaje: estamos obligados a buscar el paso que nos lleve más allá de su obstinado veneno.
Cámaras – día 356
CÁMARAS Cámara de gas Cámara fotográfica Cámara mortuoria Cámara frigorífica Cámara de seguridad Cámara hiperbárica Cámara web Cámara oculta Cámara acorazada Cámara de Proa Cámara de Popa Cámara de diputados Cámara de aire Cámara de comercio Cámara oscura Cámara papal Cámara nupcial Cámara industrial -Oiga usted, camará, así es la vida, camará, una palabra, muchos contextos, una verdad para muchas mentiras, camará, así es la vida, camará, y viva Cuba, no la idea, la tierra y sus habitantes!
Algunas Formas del Sufrimiento de las Niñas Mimadas – día 355
ALGUNAS FORMAS DEL SUFRIMIENTO DE LAS NIÑAS MIMADAS Entre la novedad y la variedad está la felicidad. Si no hay novedad ni hay variedad…”mamá me aburro”. Y es verdad se a-burra. “Si no lo tengo, me muero”. Siempre se están muriendo, de envidia, de aburrimiento, de no tenerlo, de que no le hagan caso, del plexiglás, de la palomita, del granito, del culo gordo, de la planicie sin tetas, de amor por sus ídolos, de amor por el guaperas, de los desmayos, de los vahídos, de los nervios, del dinero, del modelito, de las zapatillas, de por qué a menganita le sale un novio, de por qué a fulanita le hacen un regalo, de por qué a zutanita la zurran un poquito, de por qué a muselina le decoran la cocina, de la joyita, de la puntillita, del canesú -que vaya a usted a saber qué es eso- “Ya no me llama, mamá, ya no me ama, mamá, la carne está cruda, díselo a papá, no iré nunca más a sus hamburgueserías, mamá, la carne está cruda. Todo está crudo, mamá, el mundo está crudo, mamá, estoy para morirme, ya no me llama, mamá, ya no me ama”. Y así hasta que se hace mayor y nunca sabrás si será para mejor o será para peor.
El Hombre Ajeno – día 354
EL HOMBRE AJENO Soy un hombre ignorado en la frontera del agua. La lluvia me lleva. Floto como un árbol seco a la deriva arrastrado por las aguas de un río cenagoso. Puedo parecer un caimán. Se posan en mis espaldas las garzas. Los remolinos me demoran como si el tiempo no me importara. Amo los pájaros, huyen hacia el cielo. Todos los que intenté domesticar, se me murieron. Me decanto en la mansedumbre del mar, su horizonte confirma los límites de mi casa. Soy ajeno a la violencia de género. Mantengo las distancias como los planetas la suya. Defino una nueva enfermedad del alma: ajenía: sentirse como Tirso, ajeno a la bobería.