Queden atrás – día 27

Queden atrás
 
las lluvias perniciosas
las inundaciones devastadoras
 
las memorias perturbadas
las mentiras seductoras
 
las palabras imprecisas
las definiciones reductoras
 
las poéticas impropias
las sentencias redentoras
 
las intenciones imprecisas
las artimañas delatoras
 
las consignas podridas
las políticas aterradoras
 
las máquinas demoradas
las lentitudes corruptoras
 
los desmanes oxidados
las perversiones sonoras
 
los crímenes perfectos
la desolación de las auroras
 
el amor que no se entrega
el tiempo doloroso de las horas.
 


 






 



 
     
 
 
 

 
 


 

El búho – día 26

Al atardecer,
un búho sobrevoló
nuestras cabezas,
casi las rozó.
 
La Pitonisa
nos auguró
un futuro de conocimiento
y sabiduría.
 
No tenemos una vida
de conocimiento y sabiduría.
Bastó la anunciación
y su buena voluntad
para que la pasada del búho
nos iluminara.
 
No necesitamos más
que el buen deseo
para tener una vida buena

 






 



 
     
 
 
 

 
 


 

El emboscado – día 25

El emboscado
preserva la fe de la materia,
la visión del sol en los helechos,
el festejo callado de la alegría,
la almendra  sagrada
para los inviernos del alma.
 
Esconde su rostro
en los reflejos del ocaso
para no confundirse entre los rostros
que peregrinan
hacia la multitud gregaria
de la devoción insana.
 
Persigue la austeridad del pan,
la claridad del agua,
el recogimiento de la hoguera,
la vida al margen
de las políticas salvadoras,
de las consignas agónicas.
 






 



 
     
 
 
 

 
 


 

Grillos – día 23

Los grillos son lámparas
      de sonido
que se encienden
      en la noche estival de la memoria.
 
Grillos inmortales de Atenas,
ya desde el atardecer,
las sonorizadas palabras de Sócrates,
que no veía nunca la hora
de volver a casa para la cena.




 



 
     
 
 
 

 
 


 

Esa fuerza – día 22

Para Anne Carson
 
 
Vi la sombra del mar
esta mañana.
Paseaba pensando que el amor
es la elección de lo bueno.
El mar arropaba la orilla
como una monja solícita
entre el deber y la devoción.
La elección, instinto y voluntad,
deja huellas en la arena del alma.
Los pasos decididos de la continuación
que no quiere cesar.
Ser campana de resonancias, esa fuerza.



 



 
     
 
 
 

 
 


 

Nada que hacer – día 21

Para Anne Carson
 
 
 
Compagina las gafas
con las maneras de ver
el prisma perdido
en el fondo de la laguna.
 
Nada que hacer sólo temblar
entre el frío del árbol que resiste
y el rumbo del prisma
en el declive del otoño.
 
Nada que hacer sólo asistir
a las facetas talladas
que siguen la luz
de los deslumbres, de las cegueras.
 
Nada que hacer salvo
la salvación sonora
que respira la salud
del animal y las estrellas.

 



 
     
 
 
 

 
 


 

Sin puerto alguno – día 20

Para Anne Carson
 
 
 
Tras la deuda saldada
por la fiebre nocturna
de la mano siniestra
aparece,
con su figura de retórica callada,
un hombre empuñando una aguja
con intención
de clavársela
en su propio corazón atormentado,
por no hallar un puerto de líneas claras
entre la niebla,
por no hallar la mansedumbre del pan,
por no hallar el sueño de la sanación,
 
por hallar la cancela cerrada.
 



 
     
 
 
 

 
 


 

Siempre en los inicios – día 19

Vivir
siempre
en
los
inicios.
 
En la emoción primera
      que brota,
-agua fresca-
      de la mirada
que estrena el mundo.
 
Vivir siempre en los inicios,
     antes de que lleguen
las plagas y los vertederos,
las consignas y los inquisidores.
 
Vivir siempre en los inicios.
      Mirarte, como la primera vez,
-expectante, ilusionado-
      sintiendo cómo la suerte
entra por los pulsos de mi cuerpo,
      por las fibras de mi alma.
 
Vivir
siempre
en
los
inicios.


 
     
 
 
 

 
 


 

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies