SÍ ES SÍ Sí es sí. No es no. Queda claro. Pero, a veces, el no, es sí, y el sí, es no. O, acaso, ¿todo el mundo vive en la pureza y nadie entra y sale de las contradicciones, las ambigüedades, las incertidumbres, los laberintos, los despropósitos, las órbitas demenciales, las indecisiones, las miradas perdidas, los actos cretinos, los deslices suculentos, las confusiones estrictas, las manos decantadas, las verdades cerriles, las hoces envolventes, las restricciones morales, el simplismo colérico, las ausencias de rigor, los vericuetos del alma, las manzanas podridas, el pan seco, el hombre hambriento? Qué difícil es decir un sí, que sea un sí, y decir un no, que sea un no. Qué difícil es tener claras las decisiones.
Administración
Los rostros del mundo (226) Qué pretendes
¿QUÈ PRETENDES? ¿Qué pretendes, con tu escote de cerámica dúctil, con tus lágrimas domesticadas por el teatro de las hogueras, con tu risa contraria al dolor de las lombrices, con tus pechos piratas, forajidos que buscan colonizar la luna, con tus rodillas rompiendo en el mar incesante, ¿qué pretendes, Moviendo los hilos de la ceremonia y el légamo, insinuándote en la madraza de la colmena callada, perdiendo tu sombra en la cintura de las llagas, quemando tus cimientos en el orden indeciso de la fiebre, insistiendo en el diapasón de la médula mediática, ¿qué pretendes, muñeca musical de las efemérides furtivas? ¿qué pretendes del amor traicionado por el afán de tu espada destructiva? ¿acaso no tienes suficiente con este cadáver que flota entre el vaivén de las olas del tiempo?
Los rostros del mundo (225) Epigrama 6
EPIGRAMA 6 ¿Qué piensas conseguir con tanto odio acumulado? ¿Con tanta presión insistiendo en el tiempo? ¿Con tanta mala respiración, con tanto carbono? ¿Acaso podrás con tanto esfuerzo fabricar un diamante?
Los rostros del mundo (224) La felicidad fue en abrils
LA FELICIDAD FUE EN ABRIL Era marzo Cuando saltó la liebre Entre la maleza Todo se pierde. Era julio Cuando entré en tu sueño Septiembre cuando salí Pensando que era febrero. Era agosto Cuando caí rendido Por tu perfume De retama y mirto. En junio lo planté Y en octubre lo recogí Por tu sufrimiento Me condolí. Confundo enero y abril Besos en la derrota Corazón febril Amarrado a la congoja Noviembre y diciembre Frío y sufrimiento Y viento rondando por la calle desde la cima al valle. Solo por ti, ese diciembre Fue en abril.
Los rostros del mundo (223) El amor no traiciona
EL AMOR NO TRAICIONA El amor no traiciona Da salud al cuerpo juventud al alma aroma a la vida Eleva las pulsaciones No moja cuando llueve Te lleva en volandas Aligera tus pesares Es generoso con el pan y la sal y el esfuerzo Da de comer al pobre No es codicioso ni vil No quiere sacar provecho No habla mal de nadie Ni desea el daño del otro diferente Anda corre o vuela para repartir el don de sus favores o fábulas El amor adelgaza Te infunde su belleza Abre las puertas de una realidad que eran anhelo o sueño inesperado Tiene principios Finales dolorosos Besos infinitos Intermedios fascinantes El amor es un ideal que toma cuerpo en la tierra Lástima que sea voluble incierto, cambiante, pasto de los muchos intereses.
Los rostros del mundo (222) A paso ligero
A PASO LIGERO No soporto la vanidad en los autores. Prefiero el orgullo o la soberbia. La primera lleva encima una ignorancia indecente: anteponer el autor a la obra. La segunda pone la obra antes que el autor. Por sus obras los conoceréis, dice Jesús. La vanidad no dice, por sus obras, la vanidad dice: por considerarme un artista maravilloso, un autor genial, una persona sobresaliente, conoceréis mis fotografías maravillosas, geniales, sobresalientes. Yo soy el artista, dice el vanidoso, la obra es mi excrecencia. Sin mí, la obra no existe.
Los rostros del mundo (221) Amistad
AMISTAD Un amigo te envía una información, nunca una publicidad. El trabajo colaborativo de las hormigas. Un amigo, ni te vende ni te quiere vender. Siempre te hace un precio especial, y si puede, te lo regala. Las hormigas se sacrifican por el bien de la comunidad Si te cobra comisión, no es un amigo, es un aprovechado, un estraperlista. Las hormigas obedecen a una ley inexorable. La amistad y el dinero se llevan mal. Lo mejor son las cuentas claras y la honestidad por bandera. Las hormigas luchan juntas. Si no cumple su palabra, no es un amigo. Deja que las hormigas hagan su trabajo.
Los rostros del mundo (220) ¿Te acuerdas?
¿TE ACUERDAS? ¿Te acuerdas de sus ojos? -Sí, me acuerdo de sus ojos. ¿Te acuerdas de sus pechos? -Sí, me acuerdo de sus pechos. ¿Te acuerdas de su cintura? -Sí, me acuerdo de su cintura. ¿Te acuerdas de su vientre? -Sí, me acuerdo de su vientre. ¿Te acuerdas de sus piernas? -Sí me acuerdo de sus piernas. ¿Te acuerdas de sus manos? -Si, me acuerdo de sus manos y de sus axilas y de su culo y de su belleza palpitando en mi cuerpo, ese que ahora solo sabe recordar.
Los rostros del mundo (219) Teatro de la crueldad
TEATRO DE LA CRUELDAD El mendigo, sentado en la calle comercial, tenía la pierna vendada tendida a la conmiseración del viandante. Con voz lastimera, reclamaba “una ayudita, por favor,” El joven de la chupa de cuero se sintió interpelado y le pegó una patada sañuda a la pierna herida al tiempo que le decía “toma ayudita, para que te saquen de la calle y te lleven al hospital” El mendigo empezó a gritar de dolor y el joven se desgañitaba pidiendo que llegara un médico, urgente, preocupándose, llamen a una ambulancia, urgente, este pobre hombre sangra.
Los rostros del mundo (218) La convicción
LA CONVICCIÓN La convicción, cerrada como un pantalán de mástiles inhiestos, mira por encima del hombro de la cerveza, tiene una solución para todos los chicles masticados, no corre, se cierne como una fortaleza sobre las cabezas de los pájaros, y marca los pasos certificados por el himen de la ideología. Es firme e insistente como monos aulladores decididos a ahuyentar a la pantera del pantano. Entre el criterio y la revolución, se reafirma a sí mismo aleccionando a los otros. Hace una hoguera con sus propios materiales de derribo, y la enciende, en medio de la oscuridad, como un faro. La convicción tiene un paso militar. No lleva zapatos, lleva botas. Quiere ir lejos, pero no se aleja de sus cuarteles.