Poemas Carcelarios 6 – día 239

  Lo que yo creo
  
  
 Yo nunca aprendí a obedecer a mi madre.
 Yo nunca aprendí a querer a mi padre.
 Yo nunca aprendí la lección de la paciencia.
 Yo nunca he querido tener una familia.
  
 Yo no creo en dios ni en la madre que lo trajo.
 Yo no creo en los ángeles custodios del amor.
 Si alguien quiere explicarme qué es el amor,
       yo podría explicarle qué es el deseo.
  
 A dios no lo he visto en mi vida.
 Creo más en el diablo 
       porque lo encuentro casi todos los días.
 Estoy harto de recibir órdenes y órdenes y órdenes.
 Solo quiero que me dejen en paz y que no me jodan.
  
 No quiero buscar otra manera de decirlo.
 Soy mejor que muchos de los que están fuera.
 No me cambiaría por ninguno de ellos.
 Hay fuerzas más fuertes que el fuego del infierno.
  
 No necesito cálidas palabras.
 Siento el impulso de hacer lo contrario
       de lo que me mandan.
 Es un llamado de la sangre 
       al que no quiero renunciar.
 Todo me constriñe. Necesito desfogarme
       en completa libertad.
  
 El mundo es una melaza que me empasta el sabor.
 Hasta aquí llega mi poema o lo que sea y adiós
 
 
        

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