Todo es triste y sucumbe en fenoles de atmósfera traída con el pico de la oropéndola furiosa. Todo es triste y sucumbe en el mortífero dado de pezuñas en el ambiente, de alas atardecidas en la miseria y el rechazo genuino de la gente. Todo es triste y sucumbe a la marcialidad invicta de los idiotas votadores de la ineptitud, de la exclamación hiriente, de la porcelana de los demonios en su barro de cretona y estaca. Todo es triste y sucumbe como la miel heredada del veneno en las farmacias que dependen del verano
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Poemas Políticos 9 – Los agoreros – día 206
Los agoreros siempre tienen razón. Aun no teniéndola al principio, la acaban teniendo al final. Practican la profecía autocumplida, son maestros de la miseria. Los augurios que propagan son el inicio del camino del desastre que pregonan. Quienes anticipan el desastre ya lo vienen provocando. Es la verdad del profeta o del echador de cartas o del astrólogo de los horóscopos… empiezan a ser ciertos desde el momento en que tú les entregas tu credibilidad. Antes de que tú contribuyeras con tu miedo, ellos solo removían basura. Es su modus operandi: desparraman carroña y auguran buitres, vierten infundios, maledicencias y todos se apuntan al banquete aportando sus gramos de mentiras, señalan al culpable por traidor y ya puede esconderse detrás de las piedras. El día que se comprueba que es inocente ya está hecho un gusarapo, mezcla de gusano y harapo, es decir, un miserable tal y como predijo el agorero.
Poemas Políticos 8 – Ideólogos – día 205
Los grandes ideólogos tienen pocas ideas. No las necesitan. Han empaquetado las cuatro que les sirven para sustentar su comprensión de la realidad y con eso, tienen suficiente para manejarse en debates y tertulias intelectuales, para revoluciones de papel y cambios sociales que les pillan sentados a la mesa del dinero. Es más, los intelectuales son ellos, los que tienen ideología. Los demás son intrusos, residuos de la ignorancia o la superchería, del misticismo o la novelería. Francotiradores del resentimiento y la anarquía o la extravagancia o la ridiculez de los inanes sin títulos que los avalen. Ellos aplican su plantilla correctora y todo eso que queda fuera de su ángulo de vista, es marginal o solo existe como espejismo y error y les ponen un suspenso en la asignatura de la realidad. Para acomodar la realidad a su plantilla no dudarán en crear gulags y campos de exterminio. -Pobres conejos que se les escapan por los márgenes de su bondad reformadora-. Estos grandes asesinos tienen el seguidismo de unos grandes servidores de la ideología. Lacayos, también ellos, cómplices asesinos.
Poemas Políticos 7 – El patriota – día 204
El patriota tiene que ver con el patrimonio. La patria es el patrimonio. No hay patriota que no tenga un patrimonio. La patria es una excusa perfecta para defender un patrimonio. Ser patriota significa “no me toquen lo mío”. Un patriota verdadero es el que está dispuesto a morir por lo suyo, su patrimonio económico y su patrimonio emocional y familiar. No existe uno sin el otro. Cuando Samuel Jhonson dijo aquel adagio: “El patriotismo es el último refugio de los miserables” miserables debe entenderse en su acepción bíblica: persona que se aprovecha de otros y los engaña para su provecho. Así que se puede decir “patriotas miserables”. Toda su defensa de la patria es para su provecho. Los hay que no tienen patrimonio económico. Su patrimonio consiste en pertenecer como súbditos a los miserables que los condicionan. Pobres e ignorantes pero felices de pertenecer a la familia del tumulto. No se come, pero da calor. Al fin y al cabo, somos mamíferos. La cobardía se esconde en la manada. La manada proveerá. El gran depredador protege a la manada.
Poemas Políticos 6 – Publicidad II – día 203
Este poema, que dejamos interrumpido en la emisión anterior, está patrocinado por: Manzanas EL MANZANO para que tengas siempre las manzana a mano. Embutidos EL CHORIZO le robarán el paladar al más castizo. Lavandería EL QUILOMBO nunca más llevará la gabardina como el teniente Colombo. Continuamos con el poema… “Tus ojos son las tardes que me encantan, tardes de oro y luz en las que nada muere, prisioneras de un sueño que el mar contagia con el frescor insigne de la primavera eterna…” y aquí volvemos a interrumpir esta interesante lectura. No nos queda tiempo para más. Volveremos con nuestro programa “El rincón de la poesía” Ya saben que este programa está presentado por… Felipe Lotas, el presentador que habla con el rey y con las sotas.
Poemas Políticos 5 – Publicidad I – día 202 –
Este poema está patrocinado por Manzanas LA PRIMAVERA: no volverás a comer nunca más una pera. Embutidos EL RAMADÁN: El auténtico desacato del musulmán. Galletas EL GOLAFRE: tu deseo de leche será insuperable. Aceite EL OLIVO DE SAN JUAN: no solo untarás el pan. Decimos el poema: “Tus ojos son las tardes que me encantan, tardes de oro y luz en las que nada muere… Y con estos versos, nos despedimos. El resto del poema lo dejamos para la próxima emisión. Ya no hay espacio para más. Mañana seguiremos con la poesía.
Poemas Políticos 3 – Un destino previsible – día 201
Estaba hasta las narices de la misma sopa de siempre. Sonaron campanas de esperanza invitándole a entrar en la historia. Sonidos celestiales para sus ávidos oídos de esclavo sin solución. Música de arrebato que encendía su espíritu cansado de aguantar. Sintió la hermandad de los prójimos, cercanos compañeros que sentían lo mismo. Creía firmemente estar entrando en la tierra prometida de los elegidos. El dolor personal se transmutó en ardor revolucionario, en una fe inquebrantable. Suele ocurrir que detrás del incendio hay una falta de calor en la infancia. Pero eso no importa. Importa traer aire nuevo a la ventana. Se entregó con pasión a su nuevo destino. El deseo de lo nuevo atrapa a los aburridos. Y el tiempo no perdona. Como el mar siempre saca los trapos sucios a la vista. El poder cuando dice que quiere negociar está ganando tiempo. Negociar es demorar. Las promesas incumplidas lo han ido masacrando. La patria quedó en los albores y él se quedó en el paro.
Poemas Políticos 3 – La Historia- día 200
La historia no necesita ser insidiosamente falsa, radicalmente mentirosa. Le bastan ligeros matices, mínimas erratas dejadas de soslayo, pequeños olvidos, sutiles formulaciones, para enmascarar y desenmascarar los intereses de los que escriben la historia, autores del libreto, aunque los actores sean otros. Pero eso, tal vez, no está en la historia propiamente dicha, sino en la historia de los que cuentan la historia, aquellos que no estuvieron en el tiempo de los acontecimientos y son profilácticos o falsarios, inductores o verdaderos equivocados o dramaturgos o prestigitadores, o malabaristas en sacar provecho de sus interpretaciones interesadas. La memoria tiene nebulosas fantásticas, agujeros negros, caminos minados, crecimientos de palmera y palimpsesto, honduras de mercurio y soledad. Qué suerte tenemos de que haya historiadores con criterio, radicales dispuestos a vivir por la justicia, radicales de la verdad, no de los intereses del capital. Los intereses son siempre del capital. Los que sufren la historia son los pobres.
Poemas Políticos 2 – Servidores del poder- día 199
Cuando hay un iluminado que resucita la vieja idea de la justicia universal y el reparto de la riqueza, salen a la luz todas las ratas del sistema a ganarse el salario de los poderosos, con sus ironías bien untadas, con sus sarcasmos bien estudiados, con sus poses de matones que se benefician a las mujeres más hermosas entre las putas, bellas mujeres fabricadas para sus gustos libidinosos. La cohorte de los denigradores con micrófono y sus sádicos secuaces… -parece el nombre de un grupo musical, “sádicos secuaces”- dispuestos a defender los intereses de sus señoritos y a dejar al pobre iluminado a la altura del betún. El brillo de la inteligencia de los adalides, -cooperantes necesarios del poder, transmisores de la bellaquería- deslumbra, pero no da ni acierto ni calor. Los que mandan, ni se manchan, pixelados en sus plasmas suntuosos. Ya están estos mandilones para hacer la faena.
Poemas Políticos 1 -Tanto todos- día 198
Tanto los tontos. Tanto los tirios. Tanto los troyanos. Tanto los tímidos. Tanto los tercos. Tanto los tupidos, Tanto los tópicos. Tanto los trenzas. Tanto los troncos. Tanto los trípodes. Tanto los trileros. Tanto los trasgos. Tanto los tristes. Tanto los tantos. Tanto los todos. Todos ellos, juntos, separados, tarde o temprano, se morirán. Con sus sublimes conclusiones, absurdas, inútiles, ígneas, estúpidas, inguinales, delirantes, crónicas, enfermizas, luminosas, malvadas o ditirámbicas. Cangrejeando. Morirán. Con sus elípticas reverencias, creativas, admirables, cinéticas, pasmadas, cariñosas o elevadas. Cangrejeando. Morirán. Y a reclamar al maestro armero.