Los rostros del mundo (59) Soy una invención

SOY UNA INVENCIÓN

Soy una invención
No dejo de ser realidad

Soy una realidad
No dejo de ser invención

Puedo parecer irreal
Pero no soy falso

Por más que mienta
No dejo de ser verdadero

Ser siempre el ser
Impide ser el no ser

No ser siempre el ser
Puede permitir el no ser

En la contradicción
Soy una rana en el agua

En el agua de la balsa
Me baño como una naranja.

Los rostros del mundo (57) El poema

EL POEMA

He de confesarte, amigo Julio
que prefiero el poema acotado 
por su marco de intenciones,
aunque sean mínimas,
aquel en el que el poeta se lee a sí mismo
en el mundo
y se hace crítico, lúcido y compasivo
y me tiene en consideración,
yo que pasaba por allí
y me entretuve curioso o seducido
o con ansias de conocer,

antes que ese otro poema
en el que el poeta se diluye en la luz,
se abstrae y elucubra en la mendacidad
de su espíritu que cree sublime
y que finalmente no pasa
del umbral de su miseria balbuciente.

Una cosa es el misterio insondable,
el abismo del alma
al que el espíritu se acerca 
      con devota dedicación,
y otra, muy distinta,
es la afectación de una elevación 
      que no se tiene, ni se tendrá.

Los rostros del mundo (56) Carta

CARTA

Todas las palabras
que pudiera escribir
en una carta celestial
no se acercarían a cantar
la gloria de tu belleza,

la onda de felicidad
que me inunda 
cuando te contemplo,

la ingravidez de mi cuerpo
que es puro deleite
cuando yazgo a tu lado.

Todas las palabras
son pálidas sombras
del sentir imantado
que me atrae hacia ti,

que me abres la puerta
del jardín de mi deseo,
donde tu descansas
leyendo una carta.

Los rostros del mundo (55) El ferroviario

EL FERROVIARIO

Muchos años después
aún me despierta
la pesadilla
de aquella ronda nocturna
de mi primer año
de trabajo en la Renfe.

Yo iba 
revisando las vías
entre las estaciones
de R. y F.
cuando me encontré
con un cuerpo 
decapitado.

Mi reacción instantánea
fue apartar la mirada
a tal velocidad
que de la visión
no podía deducirse 
ninguna certeza
y sí un miedo súbito
de espanto y huida.

Tuve que volver atrás
para cerciorarme
de que aquello era una cabeza
y el bulto era un cuerpo humano.

Me entretuve el tiempo justo
para no equivocarme
y poder dar el parte
al compañero
que venía de la otra estación.

¿Habéis oído decir la expresión 
“pies para qué os quiero”?
Aún me veo corriendo
por las vías 
rompiendo a bandazos
de farol desesperado
la oscuridad de la noche.

Los rostros del mundo (54) Algunas respuestas

ALGUNAS RESPUESTAS

Somos el tiempo presente
                    de la flecha que nos lleva.
Somos el aquí y el ahora
                    del dolor cuando llega.

Somos el milagro indeciso
                    del amor y el placer.
Somos el gusto de vivir
                    en el sabor y el saber.

Somos la luz de la esfera
                    que alumbra su santuario.
Somos la memoria que busca
                    la verdad de su sudario.

Somos catedrales que nunca 
                    se acaban de construir.
Somos la muerte viviente
                    que nos viene a recibir.

Los rostros del mundo (53) Los demonios

LOS DEMONIOS

Los demonios son de la familia,
están cerca de nosotros, 
      de nuestras tribulaciones,
      de nuestros deseos, 
      de nuestras ilusiones,
      de nuestros ajetreos cotidianos,

comen y beben con nosotros,
son infieles,
se acuestan con las primas,
van de caza o al fútbol con los cuñados,

y siempre tropezamos con ellos,
no les damos esquinazo
      por más que lo intentemos,

forman parte de nuestra buena educación,
del eufemismo que enmascara
      el sentimiento más sincero:
los demonios alaban la belleza
      de la fea de la farmacia,
hacen carantoñas al insoportable
      niño del vecino,
y encuentran las palabras
para armar la pequeña hipocresía
que nos hace salir del paso.

Si no fuera por nuestros demonios
acabaríamos viviendo en un faro.

Los rostros del mundo (52) Algunas preguntas

ALGUNAS PREGUNTAS

¿Dónde está el valor
      cuando todo se desmorona?

¿Dónde está la salud
      en los tiempos de la enfermedad?

¿Cómo interpretas el pasado
      en esta hora que lo desmiente?

¿Cómo se restablece el amor
      cuando se instala la traición?

¿Dónde se resguarda la vida
      cuando se viene la muerte?

¿Acaso los buenos recuerdos
      nos redimen de los males presentes?

¿Acaso una pregunta
      contesta a otra pregunta?

Somos el pasado y el olvido.
      Somos el presente y el dolor.
            Somos el futuro o la muerte.

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