Mes: marzo 2021
Coplas y Cantares 2 – día 214
I Entre las formas que Dios ha diseñado con gusto, está la luna en el cielo y está tu cuerpo desnudo. II El tiempo es un vacío, un pasar sin provecho, lo tengo decidido: o viajo o me hago viejo. III Dos cosas sí dispongo para el uso de la vida, palabras de corazón y corazón sin mentiras.
Coplas y Cantares 1 – día 213
Por el norte del día Anda cantando Un hombre con su suerte Enamorado. Por el sur de la noche Anda penando Está herido de amor Un solitario. Por el medio del mundo Voy hacia ti Con el paso alterado De un sinvivir.
Poemas Políticos 15 – La prehistoria sigue aquí – día 212
La Prehistoria sigue aquí. Nunca se fue. Somos lo que hemos sido. Aquí, por encima de nuestra planicie del Camp, en las montañas de Prades, en la cueva del Cudós, se han encontrado huesos de leopardos, leones, hienas… Solo huesos delatores. Los animales bajaron de la montaña a la llanura, donde se encuentran actualmente, más en su medio económico, salvaje, depredador.
Romance del hombre triste
ra un hombre de ojos tristes hundido por su pasado envuelto por esa bruma de los recuerdos amargos. La conciencia es un problema para un hombre delicado que se asoma en carne viva al rostro de su retrato. Fue el elogio y la soberbia los caminos descarriados. Al tonto siempre le pasan por encima los caballos. Creyó en lo que no tenía: un valor indemostrado, una mente prodigiosa, una fuerza entre las manos. La suerte puso el espejo de su instinto equivocado: si lo que dices no es cierto vas a tener que pagarlo. Pensar, creer o decir que es bueno lo imaginado, puede ser un disparate como un sueño mal soñado. Vislumbró una patria nueva, una familia de hermanos, un camino de ilusiones, palabras de conjurados. Pasaron años y el tiempo le trajo los desengaños de quienes ponen el pan en boca del desdentado. Las mentiras no perdonan y más pronto que temprano te pasarán la minuta de tu sueño mal gastado. Empezó con alegría y el hombre se fue apagando, el camino de los tristes acaba en los establos. Si piensas la realidad, si vas sumando los actos, la cobardía te escribe la memoria del fracaso.
Poemas Políticos 14 – Un país – día 211
Un país se reconoce por sus topónimos, por sus referencias de geografía local: Río Seco Cerro Húmedo El Ventisquero El Castillo del Moro El Puente del Diablo La Cañada del Crimen La Casa de la Bomba La Charca Chica La Cueva del Oso El Mirador del Campo El Salto del Ángel El Árbol del Ahorcado La Colina del Lobo La Loma del Juglar El Palomar La Pajarera El Rincón del Santo La Venta de la Perdiz El Nevero La Curva del Congrio El Camino de la Ermita El Chaparral El Bosque Encantado La Fuente de Hierro El Santuario de la Herradura La Cuesta de Barrabás La Ciénaga del Ciervo El Paso del Asno Puerto Urraco El Molino Viejo El Farallón del Rostro La Orilla del Fresno L’Ermita de Mitja Costa La Roca del Call… Sabremos que hemos cambiado de país, cuando estas palabras no despierten ningún eco, no signifiquen nada, nos suenen a un galimatías de vergüenzas pueblerinas. El país puede ser tan pequeño como tu pueblo o tu comarca. Los hay del tamaño de una habitación adolescente. Pero puede que llegue hasta el norte de Irlanda o la desconocida Albania.
Poemas Políticos 13 – El precio – día 210
La muerte tiene un precio. La amistad tiene un precio. El amor tiene un precio. Todos pagamos un precio. La envidia tiene un precio. La moralidad tiene un precio. La justicia tiene un precio. Los perros tienen un precio. La mermelada tiene un precio. La cultura tiene un precio, La mala fe tiene un precio, Las muñecas tienen un precio. El sexo gratuito tiene un precio. Los bonus de regalo tienen un precio, La segunda unidad tiene un precio. La movilidad libre tiene un precio. Todas las cosas tienen un precio. Todas las personas tienen un precio. Yo tengo un precio…pero Oh! Yoko Ono no Oko Bento, no estoy a la venta.
Poemas Políticos 12 – Desterrados – día 209
Yo no puedo dar de comer al lagarto de los niños, no puedo hacer de espadaña de las palmeras flamígeras del sueño. Ya no puedo mantener las estrellas en las cimas del ave crepuscular, todo lo que debe morir merece un llanto efímero. ¿Quién recuerda el amor de la hechicera herida por las hachas que se refugió en el acero de las venas creciendo en el desierto? Soy un hombre amarrado a la balsa, navego las turbulencias de las diásporas, no creo en los crisantemos que llevan los que lloran a las tumbas. Ya no te buscaré en el laberinto del barro que se desmorona, ya el sol es una perdición de seguir las huellas de los hijos desterrados. Amanece el cristal en el frío de las malas decisiones, cristales rotos, hechos añicos, dolorosos como porcelanas hirientes, abriendo heridas en las manos, las manos siniestras del porvenir, el porvenir cayendo en el pozo invisible y sin retorno del cristal en el frío.