Sebastián Compartí la celda con uno de esos personajes obsesionados con la muerte de los otros. Un sicópata, un asesino en serie, Sebastián se llamaba y ya estaba hecho a la idea de que se iba a quedar encerrado para siempre. Yo me lo quedaba mirando y no podía dejar de hacerme algunas preguntas insidiosas. Parecía un hombre tranquilo…pero, ¿y si esa pulsión de muerte seguía allí, enroscada en alguna circunvolución de su cerebro? ¿ qué causa o motivo podía hacerle saltar? ¿por qué, cómo y cuándo podría volver a matar? ¿Qué despertaba su instinto asesino? A lo mejor no había una razón o esta era tan simple como el placer de ver la muerte cerca y saber que no era él quien se moría. No descarto la idea del placer. De ser el dispensador de la muerte, un dios menor pero eficiente y exacto cumplidor de un poder superior, terrible y definitivo. El poder del único dios verdadero: la Muerte de la que él era su profeta perfecto, su enviado, su más fiel servidor. Todas estas ideas hervían en mi cabeza, pululaban por mi cerebro como ratas hambrientas comiéndome el sentido y la tranquilidad y el sueño. Así que obedecí a mi instinto de conservación, esa voz nítida que me decía “acaba con él, acaba con él” Cuando llegó el carcelero oí que se exclamaba: ¡Pero qué has hecho, Sebastián, qué has hecho! Yo solo quería que se callara aquella voz de mi cabeza.
Mes: marzo 2021
Poemas Policíacos 1 – día 230
Mariposas Cuando el inspector -llegado a la escena del crimen- preguntó quién era el fiambre el comisario de la policía local le leyó sus notas: -mujer joven, blanca, muerta por arma blanca, herida limpia en el cuello, sin rastro de sangre ni huellas alrededor, como si… más que caída en la nieve hubiera bajado flotando. En la raja del cuello encontramos muchas mariposas, no sabría decir si salían de dentro o estaban libando la herida… -¿mariposas? ¿en este invierno? -Sí, muchas, se fueron cuando llegamos nosotros, como si fueran repartiendo una señal del cielo o una primavera improvisada…
Poemas Carcelarios 1 – día 229
El ángel exterminador En el espejo veo el reflejo de un hombre inocente. Lo sé yo y la víctima, los dos presentes en el momento de su defunción. Cuando llegó la policía yo estaba con la navaja en la mano, aturdido por lo que presencié, aunque yo no cometí el crimen. Ella era mi esposa, cierto, y estuvimos discutiendo en medio del parque. Ella me quería dejar y no me daba las explicaciones que yo le estaba pidiendo. Su silencio era hiriente, agónico, sus evasivas eran exasperantes, estaba con los nervios alterados, seguro que gritaba como un loco. Saqué la navaja para amenazarla, pero, lo juro, yo no podía matarla, la amaba demasiado. Solo tenía que decirme el por qué, pero ella seguía callando. Su silencio me enloquecía y me enojaba hasta el extremo… …y en eso pasó un tipo con el rostro tapado, enérgico como un relámpago. Me cogió la navaja y le rebañó el cuello a mi esposa. Allí, delante de mí. Quedé estupefacto, aterrorizado, mudo. Me devolvió el arma al tiempo que me decía: “Esto se hace así, marica, llorón de mierda, que no tienes cojones para hacer lo que tienes que hacer, mamarracho, asqueroso…” Un fulgurante ángel exterminador que se fue tan raudo como llegó, sin darme cuenta. Esa es la verdad aunque parezca increíble. Esa es la verdad aunque nadie me crea.
Coplas y Cantares 16 – día 228
I En este juego de estar y no estar, de fuego y desvelo sin caridad ni consuelo con amor y malestar, es fatídico perverso como la furia desquiciada de domesticar un cangrejo en el cómico esperpento de la buena voluntad. Nadie puede decir si verdad o mentira, si el cortejo que respira lleva a la princesa de la alcoba a la mesa para decirle a sus pies, eres la sangre que represa mi corazón vienés, eres la tumba de mis penas que se alejan como un cometa incendiado por la meseta cuando te vuelvo a ver, una, dos veces o cien. II La señora enferma desvalija la lengua, un reloj de madera con horas verdaderas, un sifón colosal en la mesa del pan y la sal, un cuadro costumbrista visto por un equilibrista, la señora enfermera inaugura la primavera y el señor animal dice que la versoni es una tonta del bote, un soneto con estrambote fervorosa integrista corta de vista y lerda integral.
Coplas y Cantares 15 – día 227
I Las raíces que yo tengo no me salen de la tierra, que son raíces que cuelgan del árbol de las ideas. II Nadie se sienta ofendido por lo que vengo cantando, a veces canta un cretino y a veces canta mi hermano. Nunca un felón escondido nunca un traidor traicionando más bien por lo que parece, es la ficción de un imago, la ensoñación de mi mismo con el que vengo callando las verdades del amor que van cantando los pájaros. III La belleza del reloj se revela a su enemigo, el tiempo se va veloz y el amor viene furtivo. Viene furtivo y nos dice, a la manera del canto: si lo tienes que vivir échale guindas al pavo.
Coplas y Cantares 14 – día 226
I Con todo mi cariño te quiero confesar que tú me gustas mucho y tu hermana mucho más. II Nuestro amor tiene un camino que no podrás evitar, que tu me quieras por siempre y yo por siempre jamás. III Lo que no digo a la cara te lo digo por escrito eres altiva y hermosa pero me importas un pito. IV Vida tonta la de llevar veinte cosas a la vez y no hacer bien ni una sola. Mas me valiera centrarme y dirigir mi película de fantasmas a buen fin.
Romancillo de los ciudadanos tránsfugas
emócrata de siempre, de siempre que se pueda llevarse el buen salario de las treinta monedas, felón de vocación tránsfuga de cochera, de aquí me llevo un faro y por allá una rueda, que es muy duro seguir con la cochambre acuestas que hay que afanarse un poco que es la vida una feria y el mangas que no corre es ladrón que no vuela. Si viniste a la política, si entraste en la reyerta, si hervías de deseos de hacer una limpieza a fe que lo lograste, girauta de veletas, cumpliste tu palabra pasando la bayeta, dejando a tu partido subido en la patera, pelado como un pito soplado por las hienas, desnudo de verdad sin nada entre las piernas. Donde quiera que vayas, viajante de maleta, no me cuentes milongas ni me enredes las cuentas, tu servicio, se ha visto, era pura insolvencia, trucos de pasaporte y maniobras secretas, para que quedes pulcro y no se hallen las huellas del robo perpetrado del pan y la manteca. Escenas de película de corrupción lerda, el gafe se encantó en la versión pepera, igual que los murcianos buscando las pesetas, ya se pueden marchar, tahúres de Las Vegas, que ya se han diplomado en juegos bajo mesa. ¡Quién me lo iba a decir, tratos de mortadela, crecieron los enanos del circo de Rivera!
Coplas y Cantares 13 – día 225
I Los desaires de la vida no los puedes evitar las cerámicas se rompen y el amor también se va. II Las campanas de la iglesia dan las cinco de la tarde, furtivos por los portales se juntan la sed y el hambre. III Cien veces sueño la misma cosa, vente a mi casa dulce amapola. Vente a mi casa dulce recuerdo, que el sueño es nada si me despierto. A donde irás dulce consuelo, la gran hoguera de mis deseos. Vente a mi casa dulce noticia, trae el consuelo de tus espinas.
Coplas y Cantares 12 – día 224
I Paso el día somnoliento y alumbro o soy alumbrado. ¿Quién sabe lo que me pasa cuando no estas a mi lado? II Son muchos los que yo tengo deseos de estar contigo, sería el sol de tu sueño o la noche de tu ombligo. III A tu lado, todo es santo, a tu lado, todo es cierto, vivo bajo el más sagrado corazón libre del Tiempo. IV Volver a verte de nuevo a la vuelta del camino, sería como el azul contemplado entre los pinos.