Soneto de la rifa milenaria – día 305

  He bajado las luces a las sombras
 y he robado las pompas del colegio
 he comido despacio en el arpegio
 que dicta los consejos con que nombras.
  
 He cansado un cristal de pitonisa
 mientras iba el futuro sin un santo
 y el desierto pintaba con espanto
 un coyote muriéndose de risa.
  
 Así son las mañanas sin deporte
 que corren, cual gallinas sin cabeza,
 por el filo adiestrado de la muerte.
  
 Nadie escapa del siglo y de su norte.
 Todos somos fermentos sin destreza
 y amamos el tarot de nuestra suerte.   

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies