Romance del policía multoso

irculando con su moto
de guardia municipal
se pasea por las calles
como si fuera un sultán,
dueño y señor del entorno
donde impone su autoridad
a base de poner multas
por delante y por detrás
que los abusos son siempre
por no saber controlar
que la ley no es la razón
para mandar y mandar
que quien no sabe sus límites
siempre quiere castigar.
 
Si lo miras sin desprecio
ves a un cherif literal,
si le acercas la mirada
ves sus ojos de maldad
sus ansias de predador
sus maneras de patán
sus deseos de hacer daño,
sus zarpas de rapiñar
los dineros del incauto
que caen en trampa fatal
para que el los remate
aséptico y sin piedad
como una plaga de egipto
que te llueve sin jamás
para dejarte el bolsillo
mojama de un funeral.
 
Allá por donde circula
se refugia el personal
pues su celo justiciero
no los deja respirar.
El solito con sus multas
deja limpia la ciudad,
los que caen una vez
ya no vuelven nunca más,
preferirán otra villa
para pasear o cenar
donde la fiesta les salga
por un coste más normal.
 
¿Acaso cree ser un ángel
de la guardia vecinal?
¿Un apuesto servidor
de la limpieza moral?
¿Un devoto de la causa
de la justicia cabal?
Desengáñese enemigo
usted es solo mordaz
palo de recaudación,
un funcionario fatal
para víctimas votantes
del poder municipal,
que en diciéndose demócrata
puede empezar a robar
con la conciencia tranquila,
con total impunidad.
 
No hablo por boca de ganso,
que hablo desde mi verdad:
por tomarme un cafelito
(cinco minutos no más),
me endosó una papeleta
de dos cientos pavos real.
Pudo asistirle la norma
no la justicia moral.
Mejor haber entregado
los pavos a otro corral,
por ejemplo al negociado
de un instituto ejemplar
de víctimas propiciadas
por el abuso estatal
o, sin ir más lejos y aquí
a un vecino del lugar
que es un sombrío parado
de extrema necesidad.
Otros antes que perderlos
en manos de un capellán
ceñido por su demencia,
de celo profesional,
el primo de un tal Torrente,
la sombra de un carcamal,
asistente del poder
con ansias de recaudar.
¿Acaso cree ser un ángel
de la guardia vecinal?
Que vaya y que se lo mire,
que se lo vuelva a mirar:
sus víctimas del presente
solo piensan con soñar,
una venganza imposible,
una maldición del mal.
 

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies