irculando con su moto de guardia municipal se pasea por las calles como si fuera un sultán, dueño y señor del entorno donde impone su autoridad a base de poner multas por delante y por detrás que los abusos son siempre por no saber controlar que la ley no es la razón para mandar y mandar que quien no sabe sus límites siempre quiere castigar. Si lo miras sin desprecio ves a un cherif literal, si le acercas la mirada ves sus ojos de maldad sus ansias de predador sus maneras de patán sus deseos de hacer daño, sus zarpas de rapiñar los dineros del incauto que caen en trampa fatal para que el los remate aséptico y sin piedad como una plaga de egipto que te llueve sin jamás para dejarte el bolsillo mojama de un funeral. Allá por donde circula se refugia el personal pues su celo justiciero no los deja respirar. El solito con sus multas deja limpia la ciudad, los que caen una vez ya no vuelven nunca más, preferirán otra villa para pasear o cenar donde la fiesta les salga por un coste más normal. ¿Acaso cree ser un ángel de la guardia vecinal? ¿Un apuesto servidor de la limpieza moral? ¿Un devoto de la causa de la justicia cabal? Desengáñese enemigo usted es solo mordaz palo de recaudación, un funcionario fatal para víctimas votantes del poder municipal, que en diciéndose demócrata puede empezar a robar con la conciencia tranquila, con total impunidad. No hablo por boca de ganso, que hablo desde mi verdad: por tomarme un cafelito (cinco minutos no más), me endosó una papeleta de dos cientos pavos real. Pudo asistirle la norma no la justicia moral. Mejor haber entregado los pavos a otro corral, por ejemplo al negociado de un instituto ejemplar de víctimas propiciadas por el abuso estatal o, sin ir más lejos y aquí a un vecino del lugar que es un sombrío parado de extrema necesidad. Otros antes que perderlos en manos de un capellán ceñido por su demencia, de celo profesional, el primo de un tal Torrente, la sombra de un carcamal, asistente del poder con ansias de recaudar. ¿Acaso cree ser un ángel de la guardia vecinal? Que vaya y que se lo mire, que se lo vuelva a mirar: sus víctimas del presente solo piensan con soñar, una venganza imposible, una maldición del mal.