l mundo, aunque no me guste les pertenece a los malos, ellos nunca dudan si tienen un crimen entre las manos, ejecutan sin miramientos siempre lo tienen muy claro cuando tratan de defender sus intereses creados. No les viene de una muerte ni de un robo, ni de un rapto, de si explosiona un avión o colisionan dos barcos, si el accidente es un tiro que llega al destinatario, si descarrilan los trenes si se despeñan los autos si la suerte los decesa por jeringa o por barranco. Importa que siempre queden problemas solucionados, la mujer en su pecera, los hijos bien educados, el tiburón en el mar, y el yate bien atracado, el enemigo en su tumba y el dinero a buen recaudo, el banco sin que se mueva y el dinero a buen recuado, los negocios con los socios y el dinero a buen recaudo. ¿insisto con el dinero para que quede bien claro? Todos lo demás objetos son productos de intercambio, que si joyas y lujurias, que si coches y caballos, que si fiestas de glotones, que si mansiones de mármol, que si chicas pornográficas, que si hectáreas de pasto, que si herencias de familias que si fincas del catastro, propiedades apropiadas con crímenes y a destajo, que mantener el estatus de dueños y soberanos de inmuebles y semovientes les cuesta mucho trabajo. Lugares muy privativos espacios muy reservados donde el brillo del dinero es de buen gusto gastarlo, y a los pobres envidiosos que les den y que les den y que los vayan marcando.