EPIGRAMA 37 ¡Tantos intentos voluntariosos que han acabado en fracaso!: apuntarme a un gimnasio, aprender inglés, nadar en mar abierto, leer el Ulises de Joyce o En busca del tiempo perdido, hacer el Camino a Santiago, montar un grupo de rock y tener una novia que se llamara Ramona… denotan un auténtico afán de querer ser mejor de lo que soy, constatan que las buenas intenciones no son suficientes para dejar de ser el mismo imbécil de siempre.