TEATRO DE LA CRUELDAD El mendigo, sentado en la calle comercial, tenía la pierna vendada tendida a la conmiseración del viandante. Con voz lastimera, reclamaba “una ayudita, por favor,” El joven de la chupa de cuero se sintió interpelado y le pegó una patada sañuda a la pierna herida al tiempo que le decía “toma ayudita, para que te saquen de la calle y te lleven al hospital” El mendigo empezó a gritar de dolor y el joven se desgañitaba pidiendo que llegara un médico, urgente, preocupándose, llamen a una ambulancia, urgente, este pobre hombre sangra.