INSOMNIO A LAS TRES DE LA MADRUGADA Déjate de poemas y duerme. Los poemas le interesan más al gato -que no tienes- que a la gente -que te ignora- y el insomnio, que cada noche te regala dos horas, te impide cumplir con los hábitos saludables del descanso continuado. Ocho horas de sueño seguidas ayudarían a tu propósito de perder peso o estar más activo o menos apagado para tomar decisiones. Un poema empezado a las tres de la madrugada acaba en la insignificancia como este mismo que no sé ni cómo acabarlo, que ni siquiera sé por qué lo acabo de escribir.