CARTA Todas las palabras que pudiera escribir en una carta celestial no se acercarían a cantar la gloria de tu belleza, la onda de felicidad que me inunda cuando te contemplo, la ingravidez de mi cuerpo que es puro deleite cuando yazgo a tu lado. Todas las palabras son pálidas sombras del sentir imantado que me atrae hacia ti, que me abres la puerta del jardín de mi deseo, donde tu descansas leyendo una carta.