Epigramas Líricos 5 – día 154

 
“No es realista negar a los surrealistas.
Esa negación es un síntoma del subconsciente.
Su afloramiento es una acción puramente surrealista”
 
Fríos Santos García
 
 
 
Según Pablo d’Ors
detrás de la puerta surrealista
      se esconde una logomaquia
de palabras sin sentido.
 
Detrás de la puerta dorsiana
      hay una congregación silenciosa
rezando un menú de palabras masticadas.

               

El Nota 14 – día 149

Oh! Demorada Belleza,
      tu cuerpo respira
como el caballo y el mar
     visitados por la luna,
una fortaleza sin defensa
      pues su poder es evidente,
 un trigal movido por la brisa
     dulcísima de la primavera,
un olor que fascina
     a la higuera del sueño,
el capricho de una sonrisa  
      en el mármol demorado
de la caricia o la reverencia.
 
Oh Belleza Lúcida, 
      los dioses existen,
pues solo los dioses pueden
      modelar la arcilla de tu cuerpo,
el barro fino y delicado
      que dan a tu carne la textura
de un pergamino indostánico
      con el poema de un río
escrito en el bosque del deseo,
      ese ejército imparable que nos visita
en las noches desnudas de lebreles,
      sin perros que la ladren
ni sátiros que la desperecen.
 
Oh Belleza Salutífera,
      soy tu guardián  de anhelos,
tu guerrero de asaltos.
      Los dioses existen, no tan solo
porque tu belleza deslumbra
      mi alma llena de devociones;
también porque ellos han propiciado
      que tu vengas a mí como un don
para mis manos de piedra endurecida,
      para mi boca de sed y enjambre desatado.
 
 
      
         

El Nota 13 – día 148

Hay muchas cosas importantes en la vida
que a mí no me importan nada.
 
Hubo un tiempo en que intenté ponerme al día
y seguir los pasos que me marcaban
      los inteligentes, los triunfadores del mundo.
Ya no.
 
Esta cultura colectiva en la que vivimos
al dictado del beneficio económico, me importa
      un pimiento. El interés no me interesa nada.
 
Los seres humanos nos hemos enfrascado
      en el conflicto. Todos los que lo promocionan
o lo propagan, ensucian las aguas
      para decir que son peligrosas.
Quieren dar miedo. La gente se acongoja y después
      llegan ellos con la solución.
Y una mierda. Que se la coman ellos.
      Sus mierdas y sus soluciones.
A mí, que me olviden.
 
Ahora pasa una bandada de ánades en formación.
Una punta de flecha que vibra lanzada hacia el horizonte.
Esta contemplación es mucho más importante
      que todas las crisis patrióticas del mundo.
         

El Nota 12 – día 147

El mundo está lleno de gente peligrosa.
Están los evidentes:
delincuentes, asesinos, criminales,
narcos, gentes del hampa etc…
y sus correlatos de las fuerzas
que los combaten. Los hueles y te vas.
Agentes del orden y agentes del desorden.
Personas armadas, con y sin permiso.
 
Después están los que no son evidentes.
Esos malignos disfrazados
de los que el personal se exclama:
¡Si parecían tan buena gente,
yo no me lo hubiera pensado nunca!
Vecinos que viven cerca,
con los que te cruzas en el bar,
como esos idiotas moralistas
que te enredan con sus bondades de palurdos,
ancianitas con recortadas
      por miedo a ser violadas,
serviciales mantenedores del gas
      que hacen la limpieza de las joyas familiares,
lobos salidos, enfermos imaginarios,
cocineros de cochambre que nos matan
      y aún así, les damos las gracias,
vecinos que violan a sus hijas
      y son de tu equipo,
turbios adolescentes a los que se les cruzan los cables,
colgados paranoicos que te miran mal,
tarados a los que se les rompe una vena,
violadores solícitos como románticos antiguos,
imbéciles que mandan, mandilones voluntarios,
niños con patinete, perros sueltos,
corazones automáticos, piratas de improviso,
ratas sin cloaca, libres por las calles.
Una caterva innumerable
      que da miedo, solo pensarlo.
 
Los delincuentes se disfrazan porque saben
      que la apariencia de bondad es más afectiva
que la bondad verdadera.
Monjas terroristas, asaltantes de bancos,
curas pederastas, reyes ladrones,
médicos violadores, sastres que sisan,
revolucionarios que matan a sus corre-legionarios,
asesinos que se presentan como libertadores,
hijos de dios que son como demonios desatados…
en fin… que hay que tener cuidado,
y como decía Gonzalo Suárez, un genio verdadero,
si quieres ser un buen director, ponte la mascarilla.
 
  
    

El Nota 11 – día 146

La vida es un enredo.
Está llena de mentiras, rollos,
      milongas sin fin.
Todo el mundo se cree
      mejor de lo que es.
Todo el mundo se cree
      que los tontos son los otros,
que de todo lo malo que le pasa
      la culpa es de los otros.
Todo el mundo se piensa
      que tiene un pensamiento propio,
que toma decisiones libremente.
 
Y todos me lo vienen a contar a mí.
      Por eso digo que no estoy
por eso, procuro no estar nunca.

 
    

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