AUTOPISTA Las nubes están tendidas como ovejas estáticas en el césped de las zonas de descanso de las autopistas, ovejas esculpidas con chapas y alambres, precarias y precisas, atadas a un destino de animales que decoran los jardines de las zonas de descanso de las autopistas de la muerte. Nubes quietas, fijadas por alambres invisibles, apacentando en el cielo azul, como ovejas de blanco vellón inmaculado, postal del cielo, estampa del recuerdo. ¿A dónde voy solo por esta autopista que no sea camino del olvido?