AUTOPISTA
Las nubes están tendidas
como ovejas estáticas
en el césped de las zonas de descanso
de las autopistas,
ovejas esculpidas con chapas y alambres,
precarias y precisas, atadas
a un destino de animales que decoran
los jardines de las zonas de descanso
de las autopistas de la muerte.
Nubes quietas, fijadas por alambres invisibles,
apacentando en el cielo azul,
como ovejas de blanco vellón inmaculado,
postal del cielo, estampa del recuerdo.
¿A dónde voy solo por esta autopista
que no sea camino del olvido?