SONETO DE LA ESFINGE Las aceradas tardes tan esquivas, Los silencios quebrados tan en flor, La crédula materia sin calor, El sueño que traicionas y derivas. El recuerdo es el puerto donde estivas Melancólicas cárceles de amor, Féretros ambulantes sin valor, Decisiones ocultas o elusivas. Ya nada es como aquello que quisiste, La esfinge ya es el polvo del ocaso, La arena que se crea y que persiste En círculos que suman su fracaso. Vivir no puede ser lo que viviste. Morir es un patético traspaso.