No me importan los sueños que tengáis. -Serán divinos si os hacen felices- No estoy yo para daros directrices ni predicar al alma que gastáis. No importa si subís o si bajáis, si vais de gigolos o meretrices, si coméis pollas, pavos o perdices, si habláis por los codos o calláis. Importa que la vida no se os vaya por la angustia circular de las ucis ni por esos ingratos vía crucis de los viejos parientes del cobaya. Haced lo que os salga de los ratones, pero echad de una vez a los ladrones.