Algún día no volverán las golondrinas. Nadie en la ciudad reparará en esa ausencia. La guardia civil reforzará su presencia. Las amas de casa hablarán con las vecinas. Las putas seguirán vistiendo las esquinas. No cambiará de curso la maledicencia. Los patriotas nos dictarán su decadencia y nadie preguntará qué piensas, qué opinas. Nos inventaremos desiertos para perdernos, colinas de azúcar para las privaciones, pantanos de insomnio para que desertemos. Y cuando queramos lo que ya no queremos Y hayamos dejado todas las dejaciones, Ansiaremos que vengan pronto…las golondrinas.