Los rostros del mundo (203) Oración XXXIV

Oración XXXIV

Comprendo Señor, que no escuches mis ruegos,
que no hagas caso a mis peticiones y demandas,
que no se cumplan mis deseos expresados 
      con oraciones y velas,

bastante tienes con atender a los verdaderos necesitados
como para perder el tiempo con las exigencias
de mi debilidad y cobardía.

Te agradezco que me dejes en la libertad de mis pecados
y en la superación de mis errores.

Yo sé que, secretamente, velas por mí, 
como esos queridos muertos que interfieren 
para que mi vida no vaya por el camino 
de la baratura y la bancarrota.

Los rostros del mundo (201) Banderas IV

BANDERAS IV

Ninguna bandera para los hombres que sufren las banderas

Ninguna bandera para las cimas del pueblo que sea un reclamo,
      una publicidad, un demonio que proclama su plan o su delirio

Ninguna bandera para lugares donde hay hambre, 
      donde campa la pobreza, donde no hay río

Ninguna bandera para el crimen organizado de la política real

Ninguna bandera para los que juegan ajedrez en el parque

Ninguna bandera para los que alimentan a los pájaros

Ninguna bandera en los recreos de los niños y la pelota

Ninguna bandera para las grandes aves que circunvalan por el cielo
      dejando una estela invisible de poder innombrable

Ninguna bandera para el océano que cobija a los rebeldes que buscan
      el alimento del amor en los límites de la fraternidad y el destierro 

Ninguna bandera para ninguna frontera ni siquiera que sea
      la primavera de la libertad.

Los rostros del mundo (200) Banderas III

BANDERAS III

Tres banderas
Para plantar en el monte Ararat

Tres banderas
Para los mártires de plástico

Tres banderas
Para el que no tenga suficiente con una

Tres banderas
Para los prostíbulos de pueblo

Tres banderas
Para los que vigilan a los albatros

Tres banderas
Para los simios del agua bendita

Tres banderas
Para el que toma el vermut con su serpiente

Tres banderas
Con dieciséis colores subalternos

Tres banderas
En el ocaso del desierto de las acacias

Tres banderas
Para la ascensión al corazón del perro.

Los rostros del mundo (199) Banderas II

BANDERAS II

Dos banderas
Para el sudario de los dictadores

Dos banderas
Para animar el aterrizaje de los días ciegos

Dos banderas
Para la pureza de una sifilítica

Dos banderas
Para entelar el corazón de los cobardes

Dos banderas
Para librar a los animales de los animalistas

Dos banderas
Para llegar al final del túnel melancólico

Dos banderas
Para el bullicio de la ciudad sumergida

Dos banderas
Para librar batallas perdidas

Dos banderas 
Para el navegante que ama el mar y conoce los vientos

Dos banderas
Para el crematorio de las estrellas.





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