AMOR MÁS ALLÁ DE LA GUERRA I Después de cuarenta años que el hombre llevaba muerto disgregado por la atmósfera - moléculas en el cielo- lo encontraron hecho polvo -cristalitos en el cieno- las manos de quienes nunca olvidaron de quererlo, aquellos hombres valientes firmes de convencimiento que no aceptaban la muerte volátil en lo disperso, y no dejaron la lucha ni rindieron sus empeños de vencer la oscura noche de vencer al desconsuelo a la memoria rendida por la siembra del silencio, al dolor por lo perdido o al olvido desafecto. Ellos eran las vendimias de las familias sin dueños, amantes de sus labores de sus labores maestros, brújulas que nos orientan a casar raíz y tiempo, historias de nuestra gente amados en los recuerdos, que levantaron la tierra para darnos un pensamiento: ser firmes en la derrota, no darse nunca por muertos, vivir hasta las más altas cimas del merecimiento, sentir que vale la pena ser libres, ricos, atentos, ricos de amor y aventura, libres canciones del cielo atenta verdad que nombra los caminos del respeto.
Mes: octubre 2022
Los rostros del mundo (186) Ha renacido
HA RENACIDO Ha renacido. De la mustia belleza enajenada por la desolación a esta nueva relación de fuerzas donde exhibe la vida recobrada, la pasión que vuelve a desnudar su cuerpo de vestal devota de la sagrada lujuria. Ha renacido Con sus ojos como pozos de rosas negras de sombras nocturnas y felinas y su piel visitada por la luna que orbita su sangre y trae primaveras a la orilla de la mar. Templo sagrado, carne ofrendada. Ha renacido. La primavera, virtud del reino vegetal, que trae nuevo rostro a la seca presencia del árbol que ha sufrido los rigores del invierno, enseña, que aquello que es connatural al árbol o la semilla lo es también para la mujer que ha sufrido los rigores del desamor. Ha renacido.
Los rostros del mundo (185) Poema chino
POEMA CHINO Sus manos como corteza de pan caliente Como maderas de boj pulidas por el afecto Su piel como aceite de romero Su piel como un verano infinito Su cuello como un ciclo de lunas Como un ascensor que sube hacia el azul Sus dientes como un bordado de novia Sus dientes como peladillas de bodas Su frente como un descubrimiento Su frente como un acantilado de promesas Sus cejas como vuelo de aves Su sonrisa como apertura al cielo Enmarcando unos ojos blancos y negros.
Los rostros del mundo (184) Insomnio a las tres de la madrugada.
INSOMNIO A LAS TRES DE LA MADRUGADA Déjate de poemas y duerme. Los poemas le interesan más al gato -que no tienes- que a la gente -que te ignora- y el insomnio, que cada noche te regala dos horas, te impide cumplir con los hábitos saludables del descanso continuado. Ocho horas de sueño seguidas ayudarían a tu propósito de perder peso o estar más activo o menos apagado para tomar decisiones. Un poema empezado a las tres de la madrugada acaba en la insignificancia como este mismo que no sé ni cómo acabarlo, que ni siquiera sé por qué lo acabo de escribir.
Los rostros del mundo (183) Autopista
AUTOPISTA Las nubes están tendidas como ovejas estáticas en el césped de las zonas de descanso de las autopistas, ovejas esculpidas con chapas y alambres, precarias y precisas, atadas a un destino de animales que decoran los jardines de las zonas de descanso de las autopistas de la muerte. Nubes quietas, fijadas por alambres invisibles, apacentando en el cielo azul, como ovejas de blanco vellón inmaculado, postal del cielo, estampa del recuerdo. ¿A dónde voy solo por esta autopista que no sea camino del olvido?
Los rostros del mundo (182) Comidas
COMIDAS El 12 de enero de 1664, Samuel Pepys escribe en su diario que ha comido un cisne asado y que es “un manjar delicioso”. Los hábitos alimentarios del hombre pueden ir desde las hormigas al pangolín, pasando por los gusanos, los saltamontes, los caracoles, los caballos o cualquier otro animal que nos rinda sus proteínas. La cultura alimentaria, aparte de territorial, es particular. Conscientemente, yo no comería cisne, ni filete de delfín, ni golondrina a la plancha, ni jilguero macerado, ni corazón de águila, ni pechuga de halcón o búho… Ni cualquier animal que pueda calificar de “adorable”. En esa categoría entra el cisne, el perro, el gato, el loro, el burro, el hamster, los peces de colores u otros animales que componen la familia de las mascotas. También, por otros motivos de repulsión, no comería rata, hiena, víbora, murciélago, sapo, babosa, araña… No sé cómo he pasado del cisne de Pepys a estas babosas o arañas. El caso es que no comería ni una cosa ni la otra, aunque estoy más cerca de Pepys que de la araña.
Los rostros del mundo (181) Escalera de color
ESCALERA DE COLOR No hay furor que no contenga la insumisa voz de los crepúsculos. No hay crepúsculos que no sentencien la inmovilidad de la contemplación. No hay contemplación que no sostenga la esfinge del animal. No hay animal que no sepa la verdad del dios que guarda silencio. No hay silencio en los versículos circulares de las escrituras sagradas. No hay escritura sagrada que de pistas sobre el misterio humano. No hay misterio humano más allá de sentir tu belleza abriéndome el alma.
Los rostros del mundo (180) Condicional
CONDICIONAL Si vienes con tu sombrilla, todo el mundo se quita los zapatos. Si nos invitas a unas copas en tu apartamento, Syd Barret bajará de su higuera celestial. para bailar en tu fiesta. Si callas, el universo calla. Si hablas. el universo sigue callando. Si lees el libro de los bosques, tomaré medidas para perder peso. Si marchas sobre el hielo, los maestros severos de la vida se fundirán en un abrazo de júbilo y temblor. Si dices ven, las mariposas del anhelo baten alas de colores efímeros y llueven pétalos en las estepas del incendio. Si guardas fidelidad en la otra orilla del océano me pasaré las noches copiando las estrellas de mar. Si decides suicidarte, te acompañaré, si decides vivir, envejeceré a tu lado.
Los rostros del mundo (179) Genealogías
GENEALOGÍAS Los que no saben a dónde van, se interesan por saber de dónde vienen.
Los rostros del mundo (178) Escena argentina
ESCENA ARGENTINA Pasa una hermosa acompañada de su prometido y un paisano apostado a la vera del camino, ferruginoso y adulador, le espeta ¡Solita! El prometido, herido en su amor propio, le responde “Solita se va a quedar tu alma hdep.” y le descerrajó un tiro en el pecho abriéndole un boquete por el que se escapó todo el valor de su vanidad, por el que entró todo el vacío de su gallardía.