EL HOMBRE HIERÁTICO Ah! Hombre Hierático Hermético y Flemático Colérico y Estático Rígido como Torre de Catedral. Metódico y Elíptico Vesánico y Galénico Tiránico y Frenético Honorable como un Palacio Fantasmal. Que te den por el Angélico Por Morlaco Ecuménico Por Falsario y Volcánico Afincado en el Orto del Dineral.
Mes: julio 2022
Los rostros del mundo (114) Resistencia
RESISTENCIA Cassius Clay, Mohammed Alí, se declaró objetor de conciencia y se negó a ir a la guerra de Vietnam. No tenía nada en contra de los vietnamitas, pueblo maltratado y explotado como sus hermanos afroamericanos. Antes de firmar cualquier contrato -económico, emocional, matrimonial, laboral… deberíamos ser tan claros, valientes y contundentes, como lo fue Alí cuando vino a decir: no voy a defender los intereses de los que me maltratan. Desgraciadamente, muchos están atrapados y trabajan a favor de quienes los explotan.
Los rostros del mundo (113) Plomo
PLOMO Los soldados agónicos, atrapados en las trincheras, llenas de barro, ratas y cadáveres putrefactos. Los generales, bien alimentados, en sus mansiones de retaguardia jugaban a soldaditos al asalto con sus miniaturas de plomo. El plomo de los soldaditos era el mismo que mataba a los soldados de verdad.
Los rostros del mundo (112) Cyberman
CYBERMAN Salí de la guerra vivo, pero mutilado, convertido en un ser ortopédico, en un hombre cibernético. Ahora soy capaz de oír el zumbido de una bala saliendo de un cañón. Y más aún: Saber la dirección que toma y la intención que tiene.
Los rostros del mundo (111) El hombre bondadoso
EL HOMBRE BONDADOSO Perpetra actos de bondad para ganar fama de hombre bondadoso. La bondad es un medio. El fin es la fama. “Yo soy un hombre bueno” -se repite delante del espejo mediático- Al oírle, un ligero temblor me eriza las aguas de la conciencia. Si quieres esconder tu maldad, pon cara de hombre bondadoso.
Los rostros del mundo (110) Hiro Onoda
HIRO ONODA Por disciplina a la orden recibida, por el honor de la palabra dada, el teniente Onoda pasó 30 años sobreviviendo en la selva filipina antes de deponer las armas por orden de su superior, un anciano de 88 años, llevado a propósito hasta la isla remota. A finales de 1945 Onoda recibió la orden de no rendirse, de no suicidarse y de hacer una guerra de sabotaje. Mantuvo viva la idea del enemigo 30 años después de declararse la rendición de Japón. No estuvo solo. Durante muchos años le acompañaron dos soldados disciplinados a sus órdenes. La historia tiene un aura de dignidad que impide ver un fondo monstruoso. Podemos imaginar la cerrada espesura de la selva, su recogimiento amniótico, su mimetismo de hombre invisible, su tiempo cíclico de lluvias y mansedumbres, sus incursiones para buscar alimento y matar al primer despistado que no sabía que era enemigo de un soldado japonés que no sabe ni quiere saber que la guerra se ha acabado. Mató a 30 personas. Todo el mundo piensa que sólo un japonés es capaz de mantenerse en esa disciplina absurda y esclavista. Un italiano, un español, un francés… no podríamos encontrar ningún occidental que hubiera durado más de 5 años. Esa competición de disciplina monstruosa la gana un japonés. Aún hubo otro soldado Teruo Nakamura que se rindió 7 meses más tarde. Una maratón de resistencia que ganó Onoda, que llegó 7 meses antes al asombro del mundo y sus noticieros.
Los rostros del mundo (109) El vendedor de pájaros
EL VENDEDOR DE PÁJAROS Vendo pájaros. El vuelo de los pájaros es una potente metáfora de la libertad. Para venderlos, debo capturarlos. Los pájaros enjaulados son una potente metáfora de la esclavitud. Así que ahora soy una potente metáfora de la contradicción. Pero sé que un día desharé este nudo moral. El día que venda todos los pájaros y me haga rico.
Los rostros del mundo (108) Soneto del misántropo
SONETO DEL MISÁNTROPO Qué quimeras me llevan, qué deseos, qué impulsos me remueven, qué contratos, qué ansias, qué motivos, qué sustratos del ser que me circunda de siseos. Oigo sus procelosos ajetreos dictando sus razones de arrebatos, entrando con desdén en mis zapatos, llevándome al final de sus rodeos. La gente para mí ya es muchedumbre ociosa de avidez y de costumbre que puebla los mercados de la nada. Me cansan sus asuntos demenciales miserables que alumbran sus fanales con voces de consigna masticada.
Los rostros del mundo (107) Soneto de los enredos
SONETO DE LOS ENREDOS Me cansa tu vileza de estratega trajinando monedas devaluadas rico de paranoias elevadas al rango de consignas de refriega. Me aburren tus barruntos de borrega, sermones, moralinas fatigadas de aberrantes razones inventadas que quieren y no pueden dar la pega. Cuando hallaste el placer de la maldad, te atrincheraste pérfido en la coda de los enredos en los que te ahogas, por no saber vivir en la verdad por meter las argucias en tu boda, por tener menos seso que las sogas.
Los rostros del mundo (106) Soneto de un sueño de verano
SONETO DE UN SUEÑO DE VERANO La historia con Pasión se ha terminado. Susana tiene un rostro fascinante. Su belleza señala en un instante el círculo de un fuego enamorado. La rodilla de Clara te ha robado la atención y trastorna tu talante de viejo soñador, de fiel amante que germina tu herida en su costado. Deseos de ficciones inconclusas, laberintos y juegos y visiones, el amor inventando a sus amantes. Desciframientos lúcidos que antes fueron delirios, imaginaciones de un verano viviendo con las musas.