HÁBITO Roberto B. tiene un hábito de domingo al medio día: Un vermut tinto y con sifón, para hacerlo durar. Y unas olivas rellenas para degustarlo sin prisas, con delectación. Entre la impaciencia y la paciencia, el lugar exacto del placer.
Mes: julio 2022
Los rostros del mundo (124) Poema sentencioso I
POEMA SENTENCIOSO I Si tienes amor no necesitas a nadie que te entretenga. Si eres infeliz alguien lo va a pagar.
Los rostros del mundo (123) Fanáticos
FANÁTICOS Somos tozudos. Cogemos un acto y lo calentamos al fuego de nuestros deseos de nuestra sentimentalidad para enderezarlo en la dirección contraria a la que el acto nos indica. No nos lo podemos creer. El acto es más sincero que nuestra mente. Nuestra mente es más obstinada que el acto. No se ve o no se quiere ver. Y, así, enarbolamos banderas fanáticas a favor de las fábulas fatídicas.
Los rostros del mundo (122) Un mal día
UN MAL DÍA Jesús, Cristo, tuviste un mal día el día que dijiste “quien no está conmigo, está contra mí”. Una frase propia de un pistolero de taberna, de un matón de frontera, de un fanático a punto de perder su escuadra, de un general que vive de la arenga, de un conquistador que se juega el destino a una carta, de un fascista en la cima de la desesperación. Tú también defendías una causa como un Hernán Cortés cualquiera, dibujando una raya para saber quién iba contigo y quién se borraba de la partida. Hasta Dios puede tener un mal día.
Los rostros del mundo (121) Oración XII B
ORACIÓN XII B ¡Oh Señor de la luz, que todo lo ves! que conoces el fondo oscuro de las malas intenciones, el corazón cainita de los hombres que creen lo que ignoran y quieren ser más que sus hermanos; A ti, te imploro, Señor del conocimiento, dame un poco de lucidez para tratar de comprender la verdad de quien me miente, ese enrevesado personaje que sonríe con una daga escondida, que come mi comida y prepara su veneno, al que le cuentas tu versión sincera y desliza un dato falso en mi memoria, el que enreda su mentira en mi verdad, el que suspende su hueso y se lo lleva a sustanciar otros cocidos. ¡Oh, Señor, te lo pido, encarecidamente, por ganar tiempo, por ir eliminando obstáculos, energías negativas, rencores innecesarios. He comprado un huerto y quiero dedicarme a contemplar el crecimiento de los frutales y no atender ni un segundo más a la fantasmagoría existencial de los traidores.
Los rostros del mundo (120) ¿Y si
¿Y SI de pronto un silencio de aguas submarinas emergiera a la superficie donde los hombres se comportan como buitres hambrientos? ¿Acaso ese silencio podría acabar con esta barbarie terrenal? ¿Acaso se harían líquidas las fronteras y desaparecerían los límites del ángel exterminador?
Los rostros del mundo (118) Guerra
GUERRA Nadie, de quienes fueron a la guerra, reconocía haber matado a nadie. Como si a la guerra se fuera a morir solo de afectación, de muerte natural, de elipsis gaélica, de metáfora endeble, de celeste sumisión, de piedra pensativa o silbo vulnerado… sin mediación de bala, explosión, o de gangrena o destripamiento o pálido misil o metal hiriente…
Los rostros del mundo (119) Bailar
BAILAR Me gusta bailar, dar vueltas al ritmo de la música, danzar, sentirme ingrávido, notar que soy uno con el cuerpo, que todo yo soy una onda más del universo, feliz esfera de un sistema en equilibrio, celeste carne que no se opone ni se resiste. Me gusta bailar. La única pega es esta música grosera e invasiva que nos ponen los que están al mando. Convulsión, grosería, intolerancia, desacato: el movimiento del electroshock no es baile.
Los rostros del mundo (117) Trascendencia
TRASCENDENCIA Ser leve, sentirse efímero, dócil al viento que marca mi destino, sin que yo pierda la verdad de mi identidad que no se encuentra, ni en la tierra firme ni en el cielo inmenso salvo en la salud de tu pensamiento.
Los rostros del mundo (116) Con la lengua también se juega
CON LA LENGUA TAMBIÉN SE JUEGA Debajo de la escafandra hay una salamandra. Debajo de un infortunio puede estar tu pecunio. Debajo del firmamento se esconde el esperpento. Debajo de una morada llora la desconsolada. Debajo de tu destino camina el campesino. Debajo de la barrera gime tu primavera. Debajo de un feldespato está el hijo de Lola pato. Y encima de la cortina las joyas de la Corina.