emócrata de siempre, de siempre que se pueda llevarse el buen salario de las treinta monedas, felón de vocación tránsfuga de cochera, de aquí me llevo un faro y por allá una rueda, que es muy duro seguir con la cochambre acuestas que hay que afanarse un poco que es la vida una feria y el mangas que no corre es ladrón que no vuela. Si viniste a la política, si entraste en la reyerta, si hervías de deseos de hacer una limpieza a fe que lo lograste, girauta de veletas, cumpliste tu palabra pasando la bayeta, dejando a tu partido subido en la patera, pelado como un pito soplado por las hienas, desnudo de verdad sin nada entre las piernas. Donde quiera que vayas, viajante de maleta, no me cuentes milongas ni me enredes las cuentas, tu servicio, se ha visto, era pura insolvencia, trucos de pasaporte y maniobras secretas, para que quedes pulcro y no se hallen las huellas del robo perpetrado del pan y la manteca. Escenas de película de corrupción lerda, el gafe se encantó en la versión pepera, igual que los murcianos buscando las pesetas, ya se pueden marchar, tahúres de Las Vegas, que ya se han diplomado en juegos bajo mesa. ¡Quién me lo iba a decir, tratos de mortadela, crecieron los enanos del circo de Rivera!