e llevan a estos terrenos Las cosas del no saber, Si fuera feliz en serio No entraría a este retén, No le daría mi tiempo Ni prestaría interés, No viviría en sus cielos Ni con uno ni con cien, Se oxidarían los hierros Antes de irlos a ver, Prefiero vivir con muertos O pegarme un tiro en la sien, No necesito sus consejos Me convertiría en rehén, Respirando como un ciego En su cárcel de papel. Nadie me diga sereno, Nadie que me quiera bien, Vivo encendido en el fuego Viendo lo que hay que ver, Otros impulsos prefiero Que me lleven a emprender Caminos de mis intentos Que buscan su amanecer Lejos del hábito, lejos Donde nadie pueda ser Una costumbre de viejos Mantenida en su desdén Con su punto de desprecio Y sus marcas de avidez. Viendo lo que hay que ver Me entregaría en cuerpo Y alma a desaparecer A no sentir lo que pienso A no pensar lo que es Que todo lo que fue cierto -verde antes, negro después- Se convierte en un descenso Y es la vida del revés: La maldad por los sus fueros La bondad muerta a sus pies.