CONVERSACIÓN
¿Qué fue del hombre sutil?
-Se murió.
¿Y aquel más grosero, experto en lides lumínicas?
-Se murió.
¿Y el deportista que cabalgaba
las olas aceradas del invierno?
-También se murió.
¿Y su madre que traducía al catalán
todas las lenguas semíticas?
-También.
¿También qué?
-También se murió.
Tenía una novia bellísima, alumna de su madre,
aventajada en el estudio del arameo
que hablaba Jesús.
-También se murió.
¿Y aquellas primas tan sensuales
que nos visitaban en la mansión de verano?
-También se murieron.
¿Y aquel señor inteligente que inventó
aquella máquina de la metempsícosis?
-Ese sigue vivo, luchando
para que el Registro Mundial de Patentes
le reconozcan la máquina que supera a la muerte.
¿Y nosotros?
-Quién lo sabe.