SONETO DEL SILENCIO QUE SOLUCIONA He buscado tu rastro por las esquinas del tiempo. He seguido las blandas huellas de tus pasos. He vuelto a las tristes querellas de tu recuerdo. Sombras, olvidos, ruinas que se ocultan en el alma. No adivinas su remota virtud, ni el dolor de aquellas mentiras, ni las orfandades donde sellas tu muerte para siempre, donde declinas las palabras del turbio conocimiento que se escapa en el atropello que envuelve la ignota realidad. Siempre en el intento, siempre en la encriptada quimera que vuelve, siempre en los inicios, donde el pensamiento cesa y en el silencio, todo se resuelve.