LA FRONTERA Hay una frontera entre el cielo y el infierno. Me la imagino como la frontera que en tiempos medievales había entre los reinos cristianos, al norte, y los reinos musulmanes, al sur de la Península Ibérica. Entre medio había una franja desolada, una tierra de nadie, inhóspita, frecuentada por desertores, cuatreros, busca vidas venidos de cualquier parte. Ese lugar debería ser como el purgatorio en el que están, o los que van a suspender, o los que van a aprobar. Cielo, purgatorio o infierno. Una metáfora, qué casualidad, del sistema educativo nacional.