JOVEN
Me gusta cumplir años al revés.
Me concedieron 108
y preferí consumirlos del 108 al 0
y no del 0 al 108.
Al contrario del común
que van del nacimiento a la muerte.
Yo también acabaré en la muerte,
pero en vez de que ocurra en la senectud
la mía acabará más acá de la más tierna infancia,
el país del nonato.
He preferido acabar en la oscuridad
de la inconsciencia.
Ahora estoy en la edad
del servicio militar adolescente
y estoy disfrutando de lo lindo,
muy lejos ya
de aquellos ataques reumáticos del inicio.
Pronto entraré en la infancia,
el auténtico paraíso.
Fue una buena decisión.
Los que empezaron conmigo
y prefirieron el llamado “proceso natural”
están todos en asilos para viejos,
reumáticos y en sillas de ruedas.