LOS DEMONIOS Los demonios son de la familia, están cerca de nosotros, de nuestras tribulaciones, de nuestros deseos, de nuestras ilusiones, de nuestros ajetreos cotidianos, comen y beben con nosotros, son infieles, se acuestan con las primas, van de caza o al fútbol con los cuñados, y siempre tropezamos con ellos, no les damos esquinazo por más que lo intentemos, forman parte de nuestra buena educación, del eufemismo que enmascara el sentimiento más sincero: los demonios alaban la belleza de la fea de la farmacia, hacen carantoñas al insoportable niño del vecino, y encuentran las palabras para armar la pequeña hipocresía que nos hace salir del paso. Si no fuera por nuestros demonios acabaríamos viviendo en un faro.