ORACIÓN XVII
Señor, dame fuerzas para
combatir la tentación
de cambiar este paradigma:
“todo el mundo es bueno
hasta que se demuestre lo contrario”
por el de:
“todo el mundo es malo
hasta que se demuestre lo contrario”.
La experiencia, el desengaño,
el cansancio de bregar a contracorriente,
la edad, que te lleva a la misantropía,
son como un torbellino
que me arrastra
a un pesimismo sin salida.
Cumplir años para llegar
a esta triste conclusión
me parece de una pobreza
que degrada la vida
hacia una miseria de espíritu
que no quiero para mí.
Oh Señor, dame fuerzas
para no caer en la tentación
de empezar a desconfiar
como un viejo cobarde,
un miserable burgués que sólo piensa
en preservar sus monedas de plata.