ORACIÓN XVI Líbranos Señor de tantas indigencias que nos ahogan. Ayúdanos, nosotros no podemos solos. Desde el primer día que salimos del cercado del paraíso hemos tenido un comportamiento violento y parasitario. Ya desde el primer día. Tal vez seamos así por naturaleza, y querer combatir la pobreza y la injusticia con la bondad y la compasión sea, más que un destino, una condena. Terrible condena pues el mucho esfuerzo no consigue ninguna solución. Más terrible aún comprobar que muchos de los que decían combatir los males del mundo, caían ellos mismos en los mismos defectos que decían combatir. Ya sé que somos responsables y deberíamos salir del atolladero por nuestras propias fuerzas, pues fuimos nosotros mismos los que construimos las trampas en las que estamos presos. Pero ya ves que seguimos con el crimen, la explotación, el hambre, la guerra…y todas esas formas de suciedad social sin solución. Por eso te pido señor, ya que no nos vas a solucionar nada, te pido que no nos falte la fuerza para no desfallecer ante la inmensidad de la tarea.