SONETOS DE LA INTEMPERIE 3 Perros de tristezas y marfil caliente vecinos del formol rubio de las horas ladran por el abandono que tu ignoras y tienen, como tú, corazón ingente. No soportan el ladrido de la gente, su pútrida reverencia a las esporas, ni esas resacas que tienen a deshoras de ser la voz injuriosa del demente. Serán humillación de ojos por la pena, lobos sin instinto, locos que en la noche esconden su temor de mirada ajena, Pero despiertos, al fondo del reproche, como caimanes de luz entre la arena, deslumbran los cristales de su derroche.