SONETOS DE LA INTEMPERIE 2 Una oscura raíz que ignora el canto y el vuelo de la espiga más sentida hurga en la arcilla de esta anochecida alma de junco redimida al llanto. Y cuanto más se escancia de quebranto el gesto disecado de esta vida más penetra su ansia decidida en la cercada tierra del espanto. Cava, tenaz y ciega hasta el abismo, persigue tu gentil labor de sombra, no cejes en tu empeño que desella el manto más profundo de mí mismo. Acércate despacio, mira y nombra la triste realidad de estar sin ella.