SONETOS DE LA INTEMPERIE 1 Mi razón te persigue y yo te hallo, levísima de azules, pensativa, jugando con la nube y su deriva, que perfila la sombra de un caballo. Dorada por la suave luz de mayo, como un sueño ojival de dama altiva, tu imagen me arrebata y me cautiva en el mar del amparo donde encallo. Podrá pasar el tiempo y en su furia llevarse hasta el color de mi semblante al fondo del espacio y más arriba. Pero el brillo de inocencia y de lujuria, de belleza prendida en este instante, durará eternamente mientras viva.