EPIGRAMA 32 ¿Puede un gran artista ser un cretino? Quiero decir ¿pintar un buen cuadro y ser un idiota? ¿componer una sinfonía y ser un imbécil? ¿escribir un hermoso poema y tener opiniones tontas? ¿esculpir a un dios y ser un obtuso iletrado? No existe el arte fuera de la sociedad. Un hombre solo, intenta sobrevivir, no elevarse. Un gran artista no deja de ser un humano entre humanos; con sus torpezas y habilidades, con su acuerdos y desacuerdos sociales. Puede hacer bobadas, faltar al respeto, ser violento, cometer crímenes. Puede ser un perfecto cerdo y hacer el cretino, apoyar causas injustas, justificar el mal. Una obra de arte es un camino de elevación. Muchas veces más, para nosotros, que para el propio artista. El gran artista se inmola en su obra. Pero su obra lo salva. Si su vida es pobre, necia, doliente, apasionada o equivocada, es su problema, no el nuestro. Nosotros no estábamos allí. Amar su obra no es amar su vida.