
DOS CABEZAS
De las dos cabezas
había una que dominaba
y tomaba las decisiones
importantes:
las de la supervivencia.
Era la derecha
que descansaba
dejando que la izquierda
tomase las decisiones
sin importancia,
las de la ira,
las del espectáculo,
la de las buenas intenciones
que fastidian
y no resuelven.