Los rostros del mundo (302) Oración LXIII

ORACIÓN  LXIII

¿Cuántos quieren que Dios
se dedique a salvar las vidas
de las víctimas de una guerra 
o de una catástrofe natural?

¿O salvar de la muerte 
a los niños atacados
por una enfermedad fatal?

Cuando la dimensión trágica
es tan devastadora
es inevitable hacerse la pregunta:
¿por qué Dios no hace nada?

Dios es la fatalidad del hombre:
es la vida de la muerte y la muerte de la vida.
Dios es la perpleja paradoja del sinsentido:
está donde no está y no está donde está.

Quien rece para pedir una respuesta
ignora que la respuesta es la oración. 

El poeta siempre trabaja, fatalmente,
       con oraciones.
Dios es insoslayable en la ecuación
      de la vida y la muerte.    .

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies