EL PAPAMOSCAS Un tipo muy concentrado con “algo” que le revolotea alrededor. Junta las manos con la rapidez del rayo, las abre y ha cogido un elefante. Su mujer le recrimina que esté todo el día atrapando moscas al vuelo: “¡qué asco, qué inútil” le grita: “¡vete a buscar un trabajo!” El sigue a lo suyo con una resignación de víctima matrimonial. Con parsimonia, cuidando de que no se le escape, vuelve a abrir las manos y deja salir un ave del paraíso.