NEGOCIACIÓN La verdad no se la cree nadie. Están todos tan adelantados, son tan inteligentes, tan listos que, pretendiendo ser perspicaces, acaban entregados a la suspicacia, y cuando dices la verdad, no se creen que la digas de verdad. Piensan que empiezas mintiendo, que escondes información con ánimo de ganar la partida, que eres un estratega que pretende enredarlos y llevarlos a tu terreno, a tu aprovechamiento, a tu beneficio. Cuando tú dices, seamos claros, seamos limpios, digamos la verdad, vayamos al grano, entienden que el grano es el camino de una trampa, una trampa para perdedores, para incautos. Todo este enredo puede acabar en una negociación de negociaciones, en una tragicomedia sin solución. En fin. Allá ellos. Como Elías, yo me pido volar.