POSTALES Una postal para la nube Que se fue donde no estuve Y se trajo de la China Una piel de mandarina. Una postal para Eduardo Que explota como un petardo Desparramando la vida Como la miel de una herida. Una postal para la luna Que canta como ninguna Se parece al melocotón Que vibra sin diapasón. Una postal para el cielo Que vive donde no vuelo Su inspiración y alegría Es amor de lejanía. Una postal para la extraña Que se pierde en la maraña Cuando dirige sus nubes Te pones triste y no subes. Una postal para la bahía Que vibra con la alegría De saber que siempre canta Con la luz que se adelanta. Una postal para el amigo Que no se come ni un higo Ser vegano es lo que tiene Cuando la abeja se viene.