
EPIGRAMA I
Yo escribo libros únicos.
Libros que han corrido el riesgo
de no ser editados nunca.
Libros que andan por el filo
de un precipicio en el que están
las higueras y las águilas,
donde no llegan los pusilánimes
del alma adormecida
por la ilusión ridícula
de los que se creen
futuros pobladores de la eternidad.