RENACER
La primavera, virtud del reino vegetal,
que trae nuevo rostro
a la seca presencia del árbol
que ha sufrido los rigores del invierno,
enseña, que aquello que es connatural
al árbol o la semilla,
no lo es tanto para la carne mortal que nos viste.
Si la primavera despierta la sabia dormida,
el mudo avance hacia un nuevo florecer,
y del árbol brota la belleza del fruto que no estaba
comprendemos el asombro antiguo del eterno retorno.
La savia es el amor del árbol que retorna.
El amor es la savia que nos vivifica
y nos hace rejuvenecer.
Ser así y no ser y volver a ser de nuevo
como esos frutos rojos del cementerio.