HA RENACIDO Ha renacido. De la mustia belleza enajenada por la desolación a esta nueva relación de fuerzas donde exhibe la vida recobrada, la pasión que vuelve a desnudar su cuerpo de vestal devota de la sagrada lujuria. Ha renacido Con sus ojos como pozos de rosas negras de sombras nocturnas y felinas y su piel visitada por la luna que orbita su sangre y trae primaveras a la orilla de la mar. Templo sagrado, carne ofrendada. Ha renacido. La primavera, virtud del reino vegetal, que trae nuevo rostro a la seca presencia del árbol que ha sufrido los rigores del invierno, enseña, que aquello que es connatural al árbol o la semilla lo es también para la mujer que ha sufrido los rigores del desamor. Ha renacido.