Los rostros del mundo (163) Oración XXIX

ORACIÓN XXIX 

Tú sabes, Señor, que eres una ficción mía
como yo, tal vez, sea una ficción tuya.
Un empate que la muerte resolverá a tu favor:
Tú seguirás cautivando las mentes de los hombres
y yo acabaré en un licencioso olvido sin rescate.
Tú seguirás aquí bregando con el ser humano
y yo me olvidaré de los enredos y las oraciones.
A lo mejor es un destino más favorable
de lo que pueda parecer. 
Tal vez, no debería lamentarlo.
Ser eterno debe ser duro.

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies